Un equipo de astrónomos de la Universidad de Ginebra, encabezado por el profesor Nathan Hara, acaba de dar confirmar un hallazgo muy particular: un sistema protagonizado por la estrella HD 158259 y 6 planetas que mantienen una órbita casi perfecta a su alrededor. La particularidad que ha llamado la atención de los expertos es que los 6 planetas orbitan su estrella en una resonancia orbital casi perfecta.
Según los resultados de la investigación que fueron publicados en la revista Science Alert, esto se produce cuando varios cuerpos en órbita ejercen una influencia gravitacional entre sí. Y, si bien no es un fenómeno que se dé muy a menudo, Neptuno y Plutón podrían ser un ejemplo de esto
Mientras estudiaban el nuevo sistema, los astrónomos se propusieron calcular con precisión las órbitas de cada planeta. Para ello, usaron las mediciones hechas con el espectrógrafo SOPHIE y el telescopio espacial de caza de exoplanetas TESS. "Este es un gran trabajo y muestra el importante papel que desempeñan los telescopios más pequeños en los avances de la astronomía a través de la investigación de alta calidad utilizando observatorios antiguos pero bien financiados", manfiestó Paul Wilson, investigador de la Universidad de Warwick y coautor del estudio.
En el sistema planetario descrito en el mencionado informe, la órbita de cada planeta parece estar coordinada con la de los otros en un relación casi perfecta. Al respecto, los investigadores explicaron que la resonancia orbital también es de casi 3:2 entre planetas, o un período de 1.5, de modo que con cada tres órbitas que hace cada uno, otro hace dos.
Respecto a los planetas indicaron que los planetas del sistema están muy apretados a pesar de la resonancia casi perfecta de la órbita de cada uno. “El planeta más cercano a HD 158259, una versión más grande de nuestro planeta, tiene aproximadamente el doble de la masa de la Tierra. Comenzando desde él, las órbitas son 2.17, 3.4, 5.2, 7.9, 12 y 17.4 días, produciendo proporciones de períodos de 1,57, 1,51, 1,53, 1,51 y 1,44 entre cada par de planetas”, aseguran.
Además, los astrónomos creen que esta configuración orbital tan peculiar es una señal de que los planetas que orbitan alrededor de la estrella en realidad no siempre han estado así. “Se conocen varios sistemas compactos con varios planetas en, o cerca de, resonancias, como TRAPPIST-1 o Kepler-80”, Se cree que tales sistemas se forman lejos de la estrella antes de migrar hacia ella. En este escenario, las resonancias juegan un papel crucial”, comentó el astrónomo Stephane Udry de la Universidad de Ginebra.
Una hipótesis que manejan los especialistas sugiere que cuando los planetas nacen, lo hacen dentro de discos protoplanetarios y, a medida que van creciendo y desarrollándose, empiezan a migrar hacia adentro, alejándose cada vez más del borde exterior del disco.
Bajo esta dinámica, se produciría lo que científicamente se conoce como una “cadena de resonancia orbital” en todo el sistema planetario. Sin embargo, la disipación final del gas del disco produce un estímulo que desestabiliza las resonancias orbitales establecidas inicialmente. Es por ello que los científicos creen que el estudio de este aspecto puede revelar mucho sobre los inicios de un sistema en particular.
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