Las bicicletas de carbono se han consolidad en el mercado gracias a las bondades de este material. Al principio solo lo veíamos en los modelos más exclusivos, pero cada vez se hizo presente en modelos más accesibles y económicos. Cualquiera que disfrute del mountain bike o del ciclismo de ruta sabe lo que significa pasar a usar una bici de este tipo. Aun así, uno de los contras más importantes de este material, y el menos conocido, es el daño que ecológico que provoca su producción.
La bicicleta es cada vez más utilizada, entre sus varias ventajas se cita como un medio no contaminante, pero resulta irónico que su fabricación en realidad no lo sea. El carbono, el material más codiciado por los ciclistas deportivos, no se puede reciclar y su proceso es altamente contaminante.
Por ejemplo, si uno visita China, país de donde salen la mayoría de los cuadros de carbono que utilizan las más importantes marcas, se encuentra con que las ciudades cercanas a las fábricas están tapadas por las nubes de contaminación, además de que se utilizan cantidades enormes de agua y electricidad para moldear y unir el carbono, se emplean resinas tóxicas y los residuos de carbono son arrojados al océano. Un mix que nos hace cuestionarnos nuestra responsabilidad ecológica al adquirir una bicicleta.
Como ya se dijo, el carbono es un material que no se puede reciclar. En los últimos años se han hecho avances al respecto, pero todavía queda un largo camino por recorrer para que un cuadro obsoleto se convierta en la pieza central de la bici de mañana.
En Estados Unidos y Europa han surgido estaciones de reciclado en las que se logra dar una nueva vida a una pequeña parte de la resina utilizada en unir las fibras de carbono, uno de los productos más nocivos y de difícil encaje tras la producción, pero que en muchos casos termina siendo arrojado al mar en grandes cantidades.
Más allá de esto, el mercado de las bicicletas de carbono no para de crecer. Tal vez sea hora de asumir nuestra responsabilidad como ciclistas y de pensar seriamente nuestra próxima compra.
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