Pocas sensaciones superan al placer de comprar una bicicleta nueva. Pero más allá de la emoción inicial, es importante tener en cuenta que todo modelo siempre tiene componentes que se pueden cambiar fácilmente, a veces por poco dinero, y que otorgarán una mejora significativa a la hora de salir a rodar. A continuación detallamos algunos de esos cambios que podemos hacer.
El primer componente que es recomendable cambiar son los puños, en especial en el caso de las mountain bikes. Los que vienen de serie suelen ser duro o poco cómodos. Con una pequeña inversión podemos comprar unos más cómodos, con mejor agarre o más gruesos. Es un gasto necesario que nos ahorrará molestias en las manos a futuro.
Otro componente a tener en cuenta son los pedales, pero esto depende mucho de cada persona y del uso que haga de la bicicleta. Pero si uno disfruta de salidas largas o con mucha frecuencia, y ni hablar si lo realizo como deporte o entrena para la competición, unos pedales automáticos son un obligado que no pueden faltar para sacarle todo el jugo a cada pedaleada.
El tercer componente que resulta fundamental analizar es el stem o potencia, ya que este elemento puede cambiar significativamente nuestra posición sobre la bicicleta. Lo mejor es hacerse un estudio biomecánico antes para determinar cual es la mejor posición para uno, y a partir de ahí buscar el stem que nos acerque a esa posición. Es un cambio muy importante, debido a que una sola pieza va a influenciar en cómo se posicione nuestro cuerpo sobre la bici, y por ende, cómo esta reaccione.
En la misma línea que el punto anterior, aunque esto es algo mucho más personal, existe la posibilidad de recortar el manubrio. Es sabido que el tamaño de este puede resultar demasiado grande para ciertas personas, por lo que recortarlo nos ayudará a obtener más comodidad y maniobrabilidad a la hora de andar. Para ello es recomendable realizar previamente un estudio biomecánico.
Por último, un cambio muy significativo es el de tubelizar las ruedas. Aunque es algo muy característico del mountain bike, también se está empezando a ver en las bicicletas de ruta. La mayor ventaja de este sistema es que no necesitamos detenernos para cambiar la cubierta cada que vez tengamos un pinchazo, solo basta con seguir rodando para que el líquido en el interior se filtra por el orificio y lo selle. Es un avanzo muy importante para nuestra bicicleta, en especial para aquellos que recorran sendas más agrestes.
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