Pesca de tarariras en San Pedro. ¡Volvimos a pescar! Foto: Julio Pollero

Pesca de tarariras en San Pedro. ¡Volvimos a pescar! Foto: Julio Pollero

Pesca de tarariras en San Pedro. ¡Volvimos a pescar! Foto: Julio Pollero

Pesca de tarariras en San Pedro. ¡Volvimos a pescar! Foto: Julio Pollero

Pesca de tarariras en San Pedro. ¡Volvimos a pescar! Foto: Julio Pollero

Pesca de tarariras en San Pedro. ¡Volvimos a pescar! Foto: Julio Pollero

Pesca de tarariras en San Pedro. ¡Volvimos a pescar! Foto: Julio Pollero

Pesca de tarariras en San Pedro. ¡Volvimos a pescar! Foto: Julio Pollero

Pesca de tarariras en San Pedro. ¡Volvimos a pescar! Foto: Julio Pollero

PESCA DEL DÍA

Volvimos a pescar... tarariras en San Pedro

Protocolos mediante, nos embarcamos en San Pedro para salir en búsqueda de tarariras. Volvimos a sentir el viento en la cara, las cañas en las manos, las explosiones en el agua...

Por Julio Pollero

Suena loco y hasta un poco rebuscado, pero volvimos a volver a pescar. Y no solo eso, volvimos a compartir, a disfrutar del paisaje, a esa ansiedad del día previo, a buscar y revolver la caja, porque "yo sé que lo guardé por algún lado"... Y ni hablar de entrar al club y ver las lanchas, el agua... Indescriptible.

No obstante esto, también vimos un regreso medio triste. Un río Paraná súper bajo, a punto tal que cruzamos a pie dando la vuelta al club de pescadores y embarcamos ya sobre el brazo, porque las lanchas no pasaban cargadas. 

Fue así que arrancó esta vuelta, llegando a San Pedro tempranito y respetando todos los protocolos vigentes. Cargamos las cosas en la lancha y rodeamos el club para subir ya sobre el arroyo, y comenzar a navegar. Imágenes increíbles se daban en la mente cuando uno intentaba comparar ese río con el mismo de hace un año atrás.

Afuera, por Vuelta de Obligado, casi se veían las piedras. Las costas no eran las que recordábamos y ni hablar de que la sudestada ayudaba a que esto se viera más aún. Ya adentro, navegábamos en un cajón: esos terraplenes donde bajábamos y disfrutábamos de pescas con antienganches en campos inundados no estaban más. En realidad, sí estaban, pero a unos 1,5 m de altura. Como si ello no bastara, los restos de incendios recientes aún se ven en palos y trancas quemadas, aunque el verde de la naturaleza empieza a cicatrizar esas heridas.

En cuanto a la pesca, sabíamos que se iba a dar abajo, y con suerte e insistiendo las haríamos subir. Así llegamos al primer lugar, y fueron la Curly Grub junto al modelo Frog los engaños que despertaron a las tarariras en dos intentos. Ya subían las primeras.

Luego de varias arriba de la lancha con su devolución correspondiente, le toco el turno al Slider 6 de Raptor y a los temibles Lipples de Allblue. Tras un buen rato y de que una lancha se no posara militarmente al frente, para evitar problemas decidimos levantar y movernos a otro lugar que siempre rinde y mucho

Ahí el suelo era otro, el de ese barrito suelto en donde ellas siempre se entierran y están a la espera. Momento de probar el infalible ATR8 de DonkB. que con ansias esperamos que saliera al mercado. Y no desentonó para nada: era un tiro, un pescado para este gladiador irresistible y de enorme durabilidad como nos acostumbra DonKB.

Como resultado final, la jornada fue espectacular en cuanto a cantidad, con casi 200 capturas de calidad promedio. Las grandes grandes de San Pedro no aparecieron y nos dejaron con las ganas de esos dos o tres premios que siempre nos desafiaban.

En cuanto a equipos, utilizamos de baitcast, con reeles de bajo perfil, multifilamento y artificiales de la marca Raptor y DonkB durante todo el día, con la linda intervención por un rato de los lipless.

Fuente y fotos: Martín Docampo
 

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