Los pescadores regularon las brazoladas según la profundidad del lugar de cada bote. La clave era ajustarlas a 10 cm del lecho. Foto: 1108_sanhuberto

Los pescadores regularon las brazoladas según la profundidad del lugar de cada bote. La clave era ajustarlas a 10 cm del lecho. Foto: 1108_sanhuberto

Los pescadores regularon las brazoladas según la profundidad del lugar de cada bote. La clave era ajustarlas a 10 cm del lecho. Foto: 1108_sanhuberto

Los pescadores regularon las brazoladas según la profundidad del lugar de cada bote. La clave era ajustarlas a 10 cm del lecho. Foto: 1108_sanhuberto

Los pescadores regularon las brazoladas según la profundidad del lugar de cada bote. La clave era ajustarlas a 10 cm del lecho. Foto: 1108_sanhuberto

UN CLÁSICO

Tres amigos con buen pique en Monte

El Club San Huberto fue el anfitrión de esta tradicional propuesta piscatoria que tuvo pejerreyes casi al barro y mucha camaradería.

Por Daniel Console

Con gran convocatoria, buena pesca y el acompañamiento de un clima muy apacible, el institucional denominado “Tres amigos en un bote” del Club San Huberto se realizó el pasado domingo, en la laguna de San Miguel del Monte. Allí, teniendo como base de operaciones, el predio que tiene el club, la actividad arrancó muy temprano. Carlos Antoszkiw, presidente de la subcomisión de pesca y lanzamiento, recibió a los pescadores, dando el saludo de bienvenida, junto al vicepresidente, Roberto Alberio y el tesorero Ariel Rojas, agradeciendo la presencia de los aficionados a concursar. Previo al embarque, se refresco a los participantes, de los puntos a tener en cuenta sobre el reglamento general.

Tras las preguntas de rigor, y con las respuestas para los cañófilos, se realizó el embarque a las 9 de la mañana, siendo los botes sin motor, llevados por las lanchas motorizadas. Todas ubicadas en línea recta a 100 m, desde el centro del espejo, enfocadas, hacia la costa del club.

En todo el torneo, reinó la calma chicha. Ausencia total de viento en las cuatro horas de pesca anclados, los pescadores regularon las brazoladas según la profundidad del lugar de cada bote. La clave era ajustarlas a 10 cm del lecho.

La vuelta fue muy ordenada, con las bolsas de las capturas, las cuales fueron depositadas al pie del muelle para llevarlas luego al parque cerrado de cómputos. Durante la medición y pesaje, los pescadores se deleitaron con la choriceada y bebidas. Previo a la entrega de los premios, folcloristas amenizaron con su música, donde tocaron la canción simbólica del institucional, con el ambiente familiar reinante, para luego realizar una serie de sorteos de productos de pesca.

La victoria por botes fue para el trío integrado por Sergio Longo, Eduardo Bruno y Hernán Fernández, quien fue el destacado entre los invitados. La pieza mayor, 240 gramos, la captura en manos de Sergio Longo de la peña Pira Caru.