Una de las claves es no exagerar ni con tamaño de boyas ni anzuelos. El pique es sutil. Foto: 0906_salada

Una de las claves es no exagerar ni con tamaño de boyas ni anzuelos. El pique es sutil. Foto: 0906_salada

Una de las claves es no exagerar ni con tamaño de boyas ni anzuelos. El pique es sutil. Foto: 0906_salada

Una de las claves es no exagerar ni con tamaño de boyas ni anzuelos. El pique es sutil. Foto: 0906_salada

Una de las claves es no exagerar ni con tamaño de boyas ni anzuelos. El pique es sutil. Foto: 0906_salada

ALIVIO

Tras la lluvia, el pejerrey pica en Madariaga

Luego de varias temporadas en el top ten de las mejores lagunas, con la inyección hídrica que generan las precipitaciones, Salada Grande vuelve a erigirse entre las más rendidoras del país.

Por Jorge Virgilio

Entre las preferidas por los fanáticos del pejerrey y por los que gustan de ver correr las boyas al ras de la superficie, Salada Grande de Madariaga pareció volver a tocar fondo este verano. Aquel recuerdo triste de verla seca, hace ya una década, pareció volver, cuando la sequia la castigaba y no le daba tregua en los meses cálidos, llegando a un mes de marzo que tuvo alguna mortandad y muchos imaginaron que la iban a sacar del circuito de los pescadores. La laguna aguantó, su riqueza íctica se mantuvo inalterable y arrancó la temporada con el pejerrey que nos tenía acostumbrados. El nivel seguía bajando, muchos concesionarios debieron cerrar su tranquera, pero, un día, empezó a cambiar la situación. Las lluvias empezaron a llegar, y, como nos pasó con la selección Argentina en el Mundial de Qatar, “nos volvimos a ilusionar”. Y así fue. El agua llegó al muelle, y cada tormenta que pasa, deja más profundidad a un ámbito que aún está lejos del ideal, pero se acerca.

Charlamos con José Vargas, referente en el espejo, de Urión La Gaby. Nos decía que una de las últimas salidas fue el miércoles, con un grupo que logró entrar al agua recién a las 11 de la mañana, ya que oreó tarde el camino y no quedó otra que hacer una pesca más corta, pero no menos fructífera. Con viento, no se vio el pejerrey, cosa que no pasa cuando esta planchada, que al poner en marcha el motor o cuando vas navegando, es una cosa de no creer de bulos y corridas que producen los pejes. 

Lograron una linda pesca pescando en la modalidad contra garete, casi anclados, en el medio del espejo. Los piques se dan entre los 10 y 15 cm de la superficie, siendo las carnadas más rendidoras la mojarra viva y el filet coloreado de amarillo. Los portes son buenos, con muchos que promedian los 600 a 800 gramos, pero las sorpresas de más de kilo siempre están presentes. 

José nos decía, que, en cuanto al nivel, ha aumentado unos 30 cm con la lluvia anterior, y otros 10 cm con la última precipitación en la zona. A modo de ejemplo, nos comentaba que la punta de Melón Gil, zona de las más profundas, pasó de 80/90 cm a 1.30 m. en estos momentos. Además, los sectores de agua oscura o negra como llaman a las inmediaciones al Callejón de Urrutia, están volviendo a aparecer, por lo que con algunas lluvias más, se podrá ir por los famosos lomo negro que pueblan este espejo aledaño a Gral. Madariaga.

Una recomendación que nos hacen es llamar al club antes de viajar en caso de lluvia, el camino se pone muy complicado y la idea es cuidarlo. Si llueve, el club no abre. 

Servicios:

  • Guía: José Vargas, Cel.: (02267) 527404 o en Facebook Urion “La Gaby” 
  • Club de Pesca La Salada: (02267) 668424.

 

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