Este escenario nos obliga a tener paciencia y esperarlo al pejerrey, porque arranca a comer cuando calienta el sol, un rato antes del mediodía. Foto: 0109_marchiquita

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Este escenario nos obliga a tener paciencia y esperarlo al pejerrey, porque arranca a comer cuando calienta el sol, un rato antes del mediodía. Foto: 0109_marchiquita

Este escenario nos obliga a tener paciencia y esperarlo al pejerrey, porque arranca a comer cuando calienta el sol, un rato antes del mediodía. Foto: 0109_marchiquita

Este escenario nos obliga a tener paciencia y esperarlo al pejerrey, porque arranca a comer cuando calienta el sol, un rato antes del mediodía. Foto: 0109_marchiquita

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Este escenario nos obliga a tener paciencia y esperarlo al pejerrey, porque arranca a comer cuando calienta el sol, un rato antes del mediodía. Foto: 0109_marchiquita

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ABUNDANTE PIQUE

Mar Chiquita, un ámbito que explota de pejerreyes

La albúfera presenta resultados fantásticos de pesca con ejemplares que van desde medianos a grandes. Están a lo largo y a lo ancho del espejo de agua, donde hay mayor profundidad. Por: Diego Fernández.

Las semanas previas al período de veda que ya está en marcha en la Provincia de Buenos Aires fueron realmente increíbles para la captura del pejerrey en la laguna de Mar Chiquita. Los últimos relevamientos mostraron actividad de la especie en casi toda su extensión de agua, aunque con algunos detalles puntuales que marcaron la diferencia en días donde el pique estuvo, pero los resultados fueron dispares.

Hay mucho pescado. Y habitualmente se ubica en los sectores donde la laguna tiene mayor profundidad, como pueden ser, por ejemplo, el canal de navegación desde el Recreo San Gabriel hasta la segunda goma, o en los últimos palos del Recreo Juan y Juan. Los pescadores vienen obteniendo buenos resultados al borde de los bochones o en los corredores de agua que se forman entre ellos.

En cuanto al porte, hay de todo. Chicos (aunque dentro de la medida mínima), medianos (los que más abundan) y otros que son realmente extraordinarios para ese lugar, que llegan a superar los 400 o 500 gramos. Para mantener el cardumen algunos utilizan algo de ceba cerca del bote para atraer a los más pequeños y arrojan la línea un poco más atrás para capturar los más grandes. La fórmula funciona, aunque los piques son más esporádicos.

Debido a que es una laguna de baja profundidad, prácticamente cualquier aparejo va bien, aunque los últimos días se impuso el aparejo de fondo clásico, de 3 o 4 brazoladas de unos 50 cm con anzuelo número 5.

El camarón es la carnada predilecta, aunque también anda el filet de magrú o dientudo. El pez es muy peleador, pero no está voraz, por lo que la caña en mano es clave para no darle ventaja y acertar en la clavada.

Mar Chiquita no podía ofrecer mejor antesala para el período de veda de pesca del pejerrey, en el que los fanáticos se ven obligados a dejar sus cartuchos listos para los sábados, domingos y feriados. Las opciones son amplias porque la laguna está muy bien no sólo de nivel sino también de calidad de agua y porque el pescado está por todos lados. Simplemente hay que tener un poco de paciencia y esperarlo, porque arranca a comer cuando calienta el sol, un rato antes del mediodía.

 

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