Cómo era de esperar, Goya no nos defraudó con sus surubíes. Foto: Weekend

Varios surubíes superaron los 6 kilos. Foto: Weekend

El río Paraná, en Goya, ofrece lugares mágicos para la pesca. Foto: Weekend

Como se debe, pescamos con devolución. Foto: Weekend

Hay que devolver con el menor daño posible. Foto: Weekend

Corrientes

Los grandes surubíes llegaron a Goya

En la antesala de una nueva edición de la Fiesta Nacional de Goya, relevamos el río Paraná y nos topamos con piques más que prometedores.

Por Julio Pollero

Estamos en la antesala de una nueva edición de la Fiesta Nacional de Goya, por lo que decidimos relevar este querido pesquero correntino para confirmar si los surubíes ya estaban picando, como nos habían comentado. La idea era pescar dentro de la cancha del torneo y de la manera correcta, utilizando solamente morena como carnada, tal cual estipula el reglamento de la fiesta.

Con todo preparado, nos encontramos en Goya con nuestro guía de cabecera, Javier Enrique, y armamos los itinerarios para los días siguientes. Sin duda, la pregunta de cómo estaba el pique de surubí no se iba a hacer esperar, pero Javier nos tranquilizó diciendo: “¡En un rato tenés todo el material!”. Con esa inyección anímica, sólo restaba esperar el momento oportuno y comenzar a pescar.

Al día siguiente, 6 AM, la lancha de Enrique ya estaba esperándonos en la costa, justo frente al Apart Hotel Costanera, donde nos alojamos. Cargamos rápidamente los equipos y, mientras navegábamos aguas abajo del río Paraná, comenzamos con el armado de los elementos.

Los primeros tiros los hicimos en la caída de un banco que se encontraba bien señalizada y, dejando derivar la línea, podíamos tener alguna respuesta. Encarnamos todas las cañas con unas buenas morenas botellonas y, arrojando de manera escalonada, fuimos acomodándonos en la embarcación. Fui el primero en acusar un pique y lo perdí por apurado, mientras mis compañeros sonreían socarronamente.

También en El Soto

Se fueron dando otros piques sucesivamente y hasta pudimos lograr varios cachorritos de surubí que no llegaban a la medida, pero que nos divertían y nos hacían trabajar para poder arrimarlos. El guía decidió correrse de la zona y, tomando el reconocido arroyo El Alemán, llegamos hasta El Soto, un pesquero de renombre y donde se suelen dar buenos portes en todo su recorrido hasta la boca de La Colacha, otro pesquero muy singular.

Nuevamente volvimos a tener piques inmediatos y los portes aumentaron, con la posibilidad de pescar varios que superaron los 6 kilos. El sol y el calor ya nos empujaban a buscar un poco de sombra y fuimos al parador que tiene el guía, lugar que cuenta con baños, duchas, aire acondicionado, cocina y salón comedor. Allí nos encontramos con otros pescadores para intercambiar opiniones y sensaciones de pesca.

Párrafo aparte para nuestra amiga pescadora Dalma Bucalo, quien nunca había sacado un surubí y se destacó con varios buenos ejemplares, demostrando que sabe lo que hace con caña en mano.

Un pique inesperado

Al día siguiente cambiamos de guía. Bajo el mando de Flavio Novello nos fuimos a pescar hacia la Boca Nueva, otro de los buenos sectores de la cancha. Dalma, un poco más canchera con esta pesca, enseguida encarnó su anzuelo y tiró aguas arriba para que la línea llegara bien acomodadita al pozón. Mientras hablábamos con Flavio de cómo encarar la jornada, nuestra pescadora estrella ya tenía clavado el primer surubí del día, y era de los buenos, de esos que para alejarse sacan una buena cantidad de nylon.

Yo sólo tomé mi cámara de fotos y disfruté de las caras que ponía la pescadora ante cada uno de los embates del “toro del río“, era un placer disfrutar de esa pelea hasta que fue arrimado y el guía lo tomó por la cola para izarlo a bordo de la embarcación y culminar con la sesión de fotos. Realmente el pique seguía firme y los surubíes eran cada vez un poquito más grandes.

Cómo era de esperar, Goya no nos defraudó con sus surubíes. Una vez más podemos decir que ya está todo listo para la próxima Fiesta Nacional de Goya.

 

Podés leer la nota completa en la revista Weekend de abril de 2019, n° 559.