Son capaces de recorrer entre 15 y 40 veces su longitud en un segundo Foto: weekend

La degradación del hábitat natural de estas especies puede afectar seriamente su desarrollo. Foto: Weekend

Su velocidad para nadar puede estar relacionada con una adaptación evolutiva. Foto: Weekend

El pez payaso se hizo mundialmente famoso por ser el protagonista de la pelicula Foto: Weekend

Medio ambiente

El pez payaso es el animal más rápido del océano  

Reconocido mundialmente por su papel protagónico en la película animada infantil "Buscando a Nemo", estos coloridos animalitos marinos son los más veloces en proporción a su tamaño.

El pez payaso, que habita en los arrecifes de coral y se hizo mundialmente famoso por ser el protagonista central de la recordada  película infantil “Buscando a Nemo”, es el más rápido del océano, teniendo en cuenta su tamaño.

Así se desprende de un reciente trabajo realizado por el biólogo Adam Downie quien comprobó que los peces payasos son capaces de recorrer entre 15 y 40 veces su longitud en un segundo, frente a las crías de otras especies que habitan en alta mar,  como los arenques, que solo alcanzan a nadar dos veces la longitud de su cuerpo por segundo.

“Si lo comparamos con los humanos, la diferencia todavía es mucho mayor, ya que, por ejemplo el nadador olímpico estadounidense Michael Phelps solo puede recorrer la distancia equivalente a su altura 1,4 veces por segundo”, afirmó Downie.

“La velocidad que alcanzan estos alevines nadando puede estar relacionada con una adaptación evolutiva. Es al inicio de su vida cuando estos peces buscan un nuevo hogar y salen a nadar a mar abierto, lo que tiene grandes peligros, como por ejemplo las fuertes corrientes. Por eso es que los peces payasos han desarrollado un gran rendimiento en su forma de nadar”, agregó.

Por otra parte, Downie no ocultó su gran preocupación por el deterioro de los arrecifes de coral debido al calentamiento global, al tráfico de los barcos y al desarrollo costero que afectan cada vez más a esas zonas. “La degradación del hábitat natural de estas especies puede afectar seriamente su desarrollo y alterar su rendimiento al nadar,  lo que a su vez puede alterar las posibilidades de que estos alevines se conviertan en adultos sanos”, comentó.  

“Poner  en riesgo a las crías de los peces de los arrecifes compromete a las poblaciones de peces adultos de futuro y, por tanto, a los ecosistemas marinos enteros. Arrecifes sanos significan peces sanos y un planeta sano”, concluyó.

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