Representantes de todas la provincias tuvieron espacio para exhibir sus productos. Foto: Weekend.

Todos los productos argentinos tuvieron su espacio en Caminos y Sabores, especialmente los alfajores de diversa procendencia. Foto: Weekend.

La feria se caracterizó por privilegiar la presencia de productos orgánicos. Foto: Weekend.

Delicias de todas partes de la Argentina para disfrutar en la feria o llevarse a casa. Foto: Cedoc.

FERIA GASTRONOMICA

Caminos y Sabores dejó buenas migas

Tuvo la presencia récord de más de 110 mil visitantes en cuatro días, y los productos regionales de 450 emprendedores argentinos.

Por Noelia Fraguela

Por 15º año consecutivo, La Rural fue el escenario de una nueva edición de esta reconocida feria gastronómica Caminos y Sabores, donde más de 110 mil personas pudieron conocer y degustar productos regionales de 450 emprendedores argentinos.

Durante los cuatro días que duró el evento -6 al 9 de julio- hubo una gran oferta de stands que se distribuyeron en 118 mil m2. Por un lado, se ubicaron los “Caminos federales”, con puestos de 58 pymes de alimentos y bebidas de 12 provincias, seleccionadas por la Secretaría de Agroindustria de la Nación.

Buenos Aires también tuvo un lugar destacado con degustaciones de 45 emprendedores de 23 municipios. Dos de ellos ganaron el premio a la mejor miel, -“La Colmena de Cristal”, de Sierra de los Padres- y al mejor aceite de oliva-“El Faro”, de Coronel Dorrego- con el concurso “Experiencias del sabor 2019”, donde el mismo público votó los mejores productos de 8 rubros gastronómicos.

En otro sector del predio se ubicaron pequeñas y medianas empresas distribuidas entre los caminos de las infusiones, los frutos de la tierra, la picada, los dulces, los aceites y aderezos y las bebidas.

Si bien la entrada general salía $ 200 y $ 140 la hora de estacionamiento, la feria resultó un lugar muy conveniente para realizar compras de productos artesanales de excelente calidad, ya que los precios eran hasta un 50 % más baratos que en góndola. Además, la mayoría no suelen conseguirse con facilidad porque son de emprendimientos familiares a baja escala, con dificultades para acceder al mercado. Es una gran oportunidad de conocer nuevos productos y conseguir proveedores.

“La gente vino dispuesta a invertir y disfrutar. Hubo quienes gastaron más de dos mil pesos en una compra”, aseguró una emprendedora riojense. Uno de los frigoríficos vendió 200 kilos de mercadería en las primeras dos jornadas. Nadie salió sin más de una bolsa por mano.

Chocolates, alfajores, cervezas y vinos artesanales, sidra tirada, fiambres y embutidos, carnes exóticas, quesos de todo tipo, frutos de mar, pulpo, centolla, trucha, mieles, dulces, licores, aceites de oliva y nuez, acetos, semillas y especias, fruta seca, infusiones, productos orgánicos y sin tacc, y hasta alimento liofilizado. El paladar no daba a basto para probar todas las cosas que cada expositor ofrecía automáticamente al que pasara por delante. Además de comida, se podían conseguir artesanías, cuchillos, mates, utensilios de cocina, tejidos y joyas.

Durante toda la feria se hicieron clases de cocina, talleres y demostraciones de reconocidos chef como Felicitas Pizarro, Ximena Sáenz, Jimena Monteverde, Paco Almeida y Walter Villagra. También se realizó el concurso “Pasión por la carne vacuna”, que ganó el cordobés Lucas Manuel De Franco con su creación “Otoño en el Valle” (vacío a baja cocción, toffee de hongos de montaña, puré de coliflor y parmesano, quenelle de zanahoria).

Un lugar destacado tuvieron los productos saludables, protagonistas de la primera competencia de esta temática donde 16 cocineros se batieron a duelo. El plato ganador fue un Roll de pescado blanco relleno de tomates hidratados envuelto en hojas de espinaca sabre y masa ahumada crocante de harina integral, una creación del rosarino Lucas Manuel De Franco.

Pero el premio mayor se lo llevó el “Frigorífico Sersale” con el mejor salame picado grueso de toda la feria.

Dato para la próxima: el mejor momento para ir es durante las últimas horas del último día. Poca gente y remates de fin de feria para aprovechar.