Thursday 5 de December de 2024
TECNOLOGíA | 12-05-2020 16:39

Estudian al guepardo para crear robots más rápidos y flexibles

Un equipo de la Universidad Estatal de Carolina ha desarrollado una máquina con una columna vertebral similar a la del felino. Los resultados son más que prometedores.
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La robótica se encuentra dando sus primeros pasos y todavía dista mucho de las alucinantes máquinas humanoides que ha profetizado la ciencia ficción. Bien es cierto que ya existen modelos muy avanzados, capaces de realizar tareas determinadas, pero que se mueven de forma poco natural, con movimientos bruscos o lentos. Un equipo de la Universidad Estatal de Carolina del Norte está determinado en avanzar sobre este campo, para ello está trabajando sobre un pequeño robot que copia la columna vertebral del guepardo para ganar velocidad y ser más flexible.

El guepardo, también conocido como chita, es el animal terrestre más rápido del planeta, capaz de alcanzar velocidades superiores a los 100 km/h en distancias de hasta 500 metros. Una de las claves que le permite moverse así está en su columna vertebral, que se contrae y se expande sucesivamente al correr.

A partir de esto, se creó un robot cuadrúpedo con una columna vertebral que va alternando entre una forma cóncava y otra convexa a medida que avanza. Se la denomina columna vertebral LEAP (Leveraging Elastic instabilities for Amplified Performance) y brinda una mayor flexibilidad, que claramente se refleja en una mejor movilidad, como se ve en el video.

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Según los expertos, con este nuevo desarrollo se consigue un desplazamiento por segundo de 2,7 veces la longitud del cuerpo. Es decir, si el robot mide 10 cm, se desplaza 27 cm en un segundo. Hasta la fecha, los robots más rápidos se movían a una velocidad de 0,8 su longitud por segundo (un robot de 10 cm se movía 8 centímetros en un segundo).

Para lograr replicar la columna del guepardo, se diseñó una columna “biestable”, que puede mantenerse estable y en reposo en dos posiciones (una cóncava y otra convexa). Para ello se bombea aire a presión en los canales de silicona de la columna, lo que genera un movimiento que cambia la estructura de un estado (cóncavo) a otro (convexo) y viceversa. Así es cómo consiguen que el robot de pequeños saltos y avance como un animal.

Aunque todavía queda mucho por mejorar, parece que esta pequeña idea puede generar grandes cambios en el campo de la robótica. Solo el futuro dirá, pero lo que sí está claro es que muchas de las respuestas están en la naturaleza.

Fuente: Xataka

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