El pasado jueves 12 se realizó una reunión que incluyó a distintos referentes de la Dirección de Pesca Continental y de la Asociación de Guías de Pesca de la provincia. La convocatoria, tuvo como eje conocer cuáles son las infracciones a la ley que registran estos organismos y que constituyen delitos de competencia para el equipo de Fiscalía. La procuradora de fiscalía, Cecilia Bagnato y la Técnica en Protección Ambiental, María Inés Vassallo, indagaron sobre las actividades de pesca furtiva con consecuencias en los ambientes, los lugares en las que estas fueron detectadas, la habitualidad y finalidad de las mismas.
Según señalan desde el Ministerio Público Fiscal de Chubut, particularmente preocupa la extracción de truchas Fontinalis, en época y lugares de desove, en cantidades y con finalidad de comercialización. Esta actividad ilegal, con impacto en la población de la especie y su ambiente, se registraría en arroyos de Corcovado y Río Pico. El equipo de delitos ambientales, llevará a cabo la investigación penal cuando ingresen denuncias.
Una especie protegida
La trucha fontinalis (Salvelinus fontinalis), comúnmente conocida como trucha de arroyo, es una especie protegida en Chubut debido a su valor como especie introducida y su rol en el ecosistema acuático de la provincia. Aunque no es nativa de Argentina, la fontinalis se ha adaptado exitosamente a los ambientes fríos y oxigenados de los ríos y lagos patagónicos, convirtiéndose en un ícono de la pesca deportiva en la región. La protección busca regular la actividad pesquera para asegurar poblaciones saludables y sostenibles, evitando la sobrepesca y preservando el atractivo turístico que genera. Además, se monitorea su interacción con las especies nativas para mitigar posibles impactos ecológicos, manteniendo el equilibrio de los ecosistemas acuáticos de Chubut.
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