Hace pocos días había visitado el dique Los Molinos en búsqueda de las carpas. Una especie que venía picando bien y entregó excelentes capturas tanto en calidad como en cantidad en este emblemático pesquero cordobés. Tal como indicamos, la pesca de pejerreyes venía muy discreta y los niveles en descenso del ámbito no favorecen los rindes, aunque recientes lluvias provocaron el ingreso de agua por sus afluentes y muchos se ilusionaron con una reactivación en la actividad de los flecha de plata.

La hora de las carpas en el dique Los Molinos
La confirmación de este repunte llegó en la voz de Pablo Silvanelli, quién alquila embarcaciones en Los Molinos y adelantó que los primeros pejerreyes ya estaban saliendo. Eso solo bastó para preparar los equipos, buscar las carnadas y salir rumbo al dique.
Junto a Pablo salimos bien temprano para aprovechar la mañana, ya que las altas temperaturas nos iban a jugar una mala pasada llegado el mediodía. Ingresamos al lago y nos embarcamos con dirección al frente de la isla. Allí anclamos y comenzamos a variar profundidades intentando encontrar el pique. Finalmente, en los 5 metros y medio advertimos actividad, dando con los primeros ejemplares de porte muy interesante. El pique, por momentos, era constante. Cerca de las 11 de la mañana emprendimos la vuelta al embarcadero, no con el plan de abortar la salida, sino para sumar a un nuevo integrante, el amigo Guillermo quien pescaría con nosotros el resto del día.
Al volver a ingresar decidimos buscar un nuevo rumbo y nos dirigimos hacia la entrada del río Los Espinillos, donde el día anterior Guillermo había realizado una muy buena pesca. Al llegar nos ubicamos frente a la bahía El Polaco, un lugar muy conocido por los lugareños. Allí comenzamos a probar obteniendo muy pocas respuestas, con varias embarcaciones a nuestro alrededor que comenzaron a moverse ya que no había pique.
Decidimos hacer unos pequeños movimientos con la embarcación, traslados de no más de 200 m. Pasamos la bahía mencionada y nos ubicamos nuevamente sobre el cauce del río. Allí encontramos el pique entre los 9 y 10 m, obteniendo una seguidilla de capturas que nos sorprendieron, concretando uno tras otro, varios pejerreyes que nos llevaron a cerrar una excelente faena tal como se aprecian en las imágenes.
Mediodía bastó para conformarnos, y a las 14 hs ya estábamos afuera. Un lago que no nos cansamos de reiterar su complejidad a la hora de pescar pejerrey, pero que en esta ocasión nos sorprendió. Para el aficionado que se acerque a este destino, les recomendamos usar mojarra viva grande, poco frecuente en estos escenarios pero que evitaba que el mojarrón pudiera descarnar los aparejos. Además, esto ayudaba a seleccionar el tamaño de las piezas. Si se encarnaba con medianas o chicas, inmediatamente eran comidas por el abundante pez forrajero. Otro detalle importante es la línea, en este caso, de vuelo con dos anzuelos y plomo de 5 a 10 g. Bien liviano los equipos, dando resultado el balancín de unos 10 g.
Servicios:
- Pablo - Bahía el Negro Tel.: (03547) 463593. Dispone de alquiler de botes con motor.
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