Las costas del sur argentino volvieron a disfrutar de un torneo que quedará en las retinas de muchos aficionados, las tradicionales 5 horas del pejerrey que se desarrollaron en Playa Garipe en Puerto Madryn, una competencia de las más apasionantes del país por la cantidad de capturas que se registran, y con un protagonista principal que es el Manila, popularmente conocido como Corno, pez muy voraz, que acardumado ingresa en un frenesí alimenticio y con su abundancia genera concursos muy reñidos. Esa pesca hace que un detalle que parece intrascendente pueda terminar definiendo todo, la técnica como los equipos se afinan y nada queda librado al azar. Muchos son los aficionados que dedican muchísimas horas a la práctica, puesta a punto del equipo y la preparación de la carnada, entre ellos, los dos ganadores de este fin de semana: Julián Cimadevilla y Joaquín Martino, especialistas en la modalidad de vasta trayectoria.
La prueba se inició el domingo 11 a las 10 de la mañana y duró 5 horas, aunque dos días antes, luego del cierre de la inscripción, se hizo el sorteo de las estacas, el lugar correspondiente en el que los pescadores van a realizar la acción de pesca. Las mismas se colocan entre 10 y 20 m. Cada pieza sumaba un punto, asimismo, se adiciona otro cada 100 gramos o fracción. La única especie válida es el pejerrey. “Veníamos practicando en la semana con muchísima pesca y preocupados por el clima que es lo que puede afectar y cambiar ese buen presente”, expresó a Weekend Web Joaquín Martino.
Villa Gesell festejó a pura pesca en la playa
Tal como se preveía, el domingo el clima se presentó de la mejor manera, con escaso viento lo que favoreció a todos, y tras las cinco horas, la pareja de Martino y Cimadevilla se consagró campeón con una actuación brillante. Lograron un total de 2396 puntos, sumando 2137 piezas, un récord para el torneo en estas playas. Lo de ambos, fue un dominio claro desde el primer lance, tal como se advierte en videos que se viralizaron en redes y no dejaron de asombrar a los cañófilos. Martino captura en solo siete minutos, 54 piezas, una cantidad asombrosa que se da por la experiencia y práctica. Son alrededor de tres tiros por minuto, lo que hace pensar en la posibilidad de sacar más de 300 ejemplares por hora.
La pareja integrada por ambos pescadores es una de las más destacadas de la zona sur del país. Ambos ganaron la última edición de las 24 horas, uno de los torneos más importantes de la zona, y en el caso de Cimadevilla, logró su cuarto triunfo del historial de dicha prueba, como ya lo había hecho en 2010 con Federico Güizzo, en 2015 con Luis Talma y en 2023 con su compañero actual, el madrynense Joaquín Martino. Así, el competidor de Trelew quedó a un solo triunfo de Ernesto Abad, quién junto a su hermano fueron quíntuple campeones de las 24 Horas, hasta el retiro en 1988.
Martino nos contaba que usan cañas de 2,60 a 3m, duras de acción de punta. Generalmente suelen cortar cañas y adaptar punteras, generando un conjunto equilibrado entre todos los elementos del equipo. Los reeles deben ser rápidos, con velocidades mayores a 8.0:1 / 9.5:1. La carga es de nylon 0,14 mm, indispensable ya que como se usan plomos livianos, se necesita un monofilamento fino para cuando toca viento de costado, sino se arrastra todo el equipo. Se hace una salida de 0,23mm, especialmente para evitar un corte en el frenesí de la actividad, en los que un bozal en la puntera puede hacer perder valiosos minutos al pescador. Con estas medidas es posible dar con piezas de hasta 80 g, las mayores que se dan en estas competencias. En esta ocasión usaron anzuelos Akita Sode N° 5, los que cambiaban cada 35 a 40 minutos, y un plomo que, según las condiciones, van de 10 a 15 g. En lo que respecta a las carnadas, al no poder cebar el agua o usar rulero cebador, se prepara para que cebe a medida que se va pescando. Todo se centra en el camarón al que se trabaja previamente, primero se tiñe de amarillo y se deja en un cartón para que largue agua. Más tarde se le coloca atún o caballa en lata y, tras unas horas de reposo, se corta. En una pesca chica y tan fina exceder el tamaño de la carnada puede hacer que la misma tape el anzuelo y en vez de dar con constantes tripletes, se saca de a uno. “Usamos de Bahía, es más blando que el de Rawson, pero es el que había”, nos decía Martino.
La acción no se detiene en ningún momento de las cinco horas, y los números post torneo asombran. El Club de Pesca El Golfo, organizador del concurso, confirmó que se obtuvieron 70,273 piezas, una cifra récord como la que obtuvieron Martino – Cimadevilla. En segundo lugar, quedaron Cotton y Steinkamp, con 1927 puntos en la categoría Elite. Su pesca fue constante, pero no alcanzó para superar a los punteros. Completó el podio la dupla López y Tribuzio con 1874 puntos, un número alto tras pescar 1652 piezas, pero muy lejos, a casi quinientas capturas de los indiscutidos ganadores que prometen seguir escribiendo la historia de la pesca sureña con muchos más récords.
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