Algunos van por modelos deportivos y otros por los más clásicos. También los hay para el off-road y la aventura, más familiares del tipo SUV, en los que se prioriza la comodidad a la tecnología de punta. Más o menos épicos o legendarios tienen sus mañas y es mejor saber dónde hacer foco a la hora de poner los ahorros en uno de ellos, ya que se sabe será una comunión de eterna inversión para su mantenimiento.
La compra no es tan fácil como parece: tienen décadas en sus espaldas y es difícil encontrar uno que haya pasado por un sólo dueño, que nos de garantía de su historia. Por ello, una vez identificado el modelo como segundo consejo hay que tener a mano al mecánico que lo “atenderá” de por vida. Y otros consejos que pueden alivianar dolores de cabeza para detectar a simple vista y lograr que la experiencia sea un verdadero sueño cumplido, sobre todo si no se trata de un coleccionista avezado.
- El estado de conservación de láminas, acabados interiores y hasta el motor pueden variar dependiendo del estado de conservación y restauración. Hacer un presupuesto aproximado de su puesta a punto. En muchos casos hablamos de muchos dólares para poder arrancar .
- Para que la comprar sea una verdadera satisfacción es mejor estar acompañado por un mecánico de trayectoria ( que haya trabajado en desarmados de las Fuerzas Armadas, o que brinde servicios en compañías de acarreo).
- La procedencia del vehículo es algo clave a la hora de comprarlo: si se lo compra a un particular, en los papeles el vehículo tiene que estar registrado a su nombre. Si la compra es a través de un concesionario o subasta, probablemente ellos ya habrán comprobado antes de dónde viene.
- Si el anterior dueño lo compró y no lo puso a su nombre significa que “ esta flojo de papeles” porque se trata de una acción ilegal.Cada propietario debe registrar el bien a su nombre, es importante siempre guardar sus datos por seguridad.
- Número de chasis. Hay que verificar el número de chasis, o número VIN, que debe coincidir con el que registra el vehículo en sus papeles, que no falte algún número, que no tenga errores o se encuentre adulterado. A veces puede tratarse simplemente de un error de transcripción.
- Hay gente que se dedica a falsificar el número de bastidor de forma deliberada por varias razones. Siempre hay que dudar ante cualquier signo de alteración de este número de 17 dígitos. En los autos clásicos con mayor razón, ya que dependiendo de la época, los números de chasis funcionaban de otra manera; estar bien informado o llevar a alguien que sepa del tema. En vehículos entrados en años este número iba atornillado al chasis, hay que comprobar que no haya signos de manipulación.
- Si los números de chasis están en una zona de fácil extracción, como la puerta, no tiene validez. Habrá que encontrar el original en función del modelo y del año de fabricación, que seguramente está oculto.
- Cualquier factura puede ser útil y los libros de mantenimiento serán claves. De esta forma se podrá comprobar las reparaciones y si mantiene las piezas originales.
- Ojo con los “tuneados”: en este tipo de vehículos, sobre todo en los modelos más clásicos, muchas veces los vendedores utilizan eslóganes de venta como “restauración completa”. Eso también habrá que comprobarlo, ver hasta qué nivel ha sido restaurado o se han reemplazado piezas originales. Se debe comprobar todas las partes que han sido sustituidas porque esto incide directamente en el precio final de compra.
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