Vientos fuertes y tormentas exigen una particular atención al
conducir. Es necesario bajar la velocidad para poder reaccionar con
más tiempo. Frente a golpes de viento hay que volantear con
sensibilidad contra el empuje de la racha, sin dar volantazos
violentos que pueden llevar al auto a patinar.
Por los mismos motivos es prudente mantener una distancia mayor al
auto que precede y atender a que también haya un buen espacio libre
hacia los costados. Siempre puede ocurrir que otro auto o incluso un
camión dé bandazos por efectos del viento y la lluvia. En esas
condiciones climáticas es mejor evitar sobrepasar a otros vehículos.
Es preferible que caravanas, camiones, incluso autos con gran superficie de
ataque para el viento se detengan hasta que pase lo peor de
la tormenta. Los puentes sobre ríos y quebradas están particularmente sometidos
a golpes de vientos laterales repentinos.
Si la tormenta está anunciada antes de emprender viaje, conviene buscar
una ruta con pocos árboles a su vera. Ya, a partir de velocidades del
viento de 20 km/h, es necesario manejar con prudencia. En el caso de
los motociclistas, es recomendable además conducir en lo posible por
el centro de la calzada, para evitar que una ráfaga los lance fuera
del asfalto. Y, al igual que los ciclistas, se exponen a mayor
superficie de influencia del viento si llevan vestimenta ondeante o
mochilas.
dpa
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