Isla Hashima, Japón
También conocida como la “Isla Acorazado” (por su forma), se trata de una pequeña instalación minera de carbón, que data desde 1887 en la península de Nagasaki, que llegó a albergar a 5.000 personas en su época de esplendor. La pequeña porción de tierra tiene secciones industriales como residenciales, y funcionó hasta 1974, cuando su propietario Mitsubishi la cerró ante el avance del petróleo como fuente de combustión. Permaneció más de 35 años cerrada hasta que el Gobierno de Japón permitió la entrada a turistas. Existen operadoras de turismo que permiten llegar hasta el lugar, pero también se la puede recorrer mediante Google Street View:
Bodey, Estados Unidos
Una localidad californiana que se transformó en un verdadero pueblo fantasma, luego que la extracción de oro mermara en 1913 y finalmente desapareciera en 1942. Fue creado en plena fiebre del oro con el nombre de W. S. Bodey y llegó a tener más de 10.000 habitantes. En el lugar existen más de 100 edificios abandonados que todavía están en pie, donde los visitantes tienen permitido entrar. Más fotos en galería de imágenes.
Forlandia, Brasil
Nombrado por su fundador, Henry Ford, este pueblo fue uno de los intentos del fabricante de autos de ser parte de los productores mundiales de caucho y así lograr reducir sus costos por fuera de los monopolios del momento. Es una gran franja de tierra en pleno Amazonas donde hay campo de golf, biblioteca, hospital, negocios y restaurantes, que apuntaban a mantener a sus empleados contentos. Fue un gran fracaso y ahora sólo es un recuerdo del desatino del empresario. Más fotos en galería de imágenes.
Pyramiden, Noruega
Un asentamiento que se creó para que habiten los trabajadores de la mina de carbón cercana. Fue obra de la Unión Soviética y todavía se pueden apreciar algunos monumentos y obras de esa era. Funcionó hasta 1998 momento en que la veta de carbón se agotó y los trabajadores se vieron forzados a abandonar el lugar buscando mejor suerte. Más fotos en galería de imágenes.
Epecuén, Buenos Aires
El 10 de noviembre de 1985, el terraplén que protegía a Villa Epecuén cedió y las aguas del lago invadieron la ciudad. No te pierdas la nota completa de Aldo D. Rivero con una impactante galería de imágenes haciendo click aquí.
Notas relacionadas:
El hermoso pueblo olvidado de Houtouwan
Pueblo inundado sale a la luz por el Niño
Comentarios