En 2018 finalizó la misión Kepler de la NASA, que durante 9 años descubrió en total 2.394 planetas fuera de nuestro sistema solar. Entre todos estos hallazgos, uno que se destaca es el planeta KOI-5Ab, el segundo encontrado, que tiene la particularidad de orbitar alrededor de 3 soles.
En un primer momento el KOI-5Ab no despertó el interés de los investigadores, ya que el ojo estaba puesto en otros planetas descubiertos, que eran potencialmente más habitables. Años más tarde, astrónomos con telescopios terrestres se percataron de su particular configuración.
El KOI-5Ab tiene un tamaño de casi la mitad de Saturno, y se estima que su composición gaseosa también sea parecida. Aun así, lo llamativo de este planeta es la relación que tiene con las tres estrellas que lo rodean.
El mismo se encuentra en el sistema solar KOI5, que está conformado por tres estrellas: KOI-5A, KOI-5B y KOI-5C. Por su parte, el planeta KOI-5Ab, como su nombre indica, está más relacionado a la estrella KOI-5A que a las otras, justamente orbita alrededor de ella.
Aun así, lo más interesante es que las estrellas KOI-5A y KOI-5B conforman un sistema binario en el que cada una de ellas orbita a la otra en un periodo de 30 años. Mientras que KOI-5C orbita a las otras dos durante un periodo de unos 400 años.
Este sistema parece muy complejo, pero la verdad es que resulta muy meticuloso y logra que los tres soles y el planeta estén operando de forma constante. Además, el análisis de KOI-5Ab permitirá entender mejor cómo se forman este tipo de sistemas solares y qué efectos tiene sobre los planetas que lo componen.
Aun así, por raro que parezca para la gente que no sabe del tema, lo cierto es que no es tan raro encontrar sistemas con múltiples estrellas. Se calcula que alrededor del 10 % de todos los sistemas solares están compuestos por tres estrellas. Cuando son varias suele provocar que tarde o temprano colisionen.
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