En Austin se baila y mucho. La capital del segundo estado más grande de EEUU no encaja en absoluto en el cliché que se tiene de Texas. Foto: DPA:

En Austin se baila y mucho. La capital del segundo estado más grande de EEUU no encaja en absoluto en el cliché que se tiene de Texas. Foto: DPA:

En Austin se baila y mucho. La capital del segundo estado más grande de EEUU no encaja en absoluto en el cliché que se tiene de Texas. Foto: DPA:

En Austin se baila y mucho. La capital del segundo estado más grande de EEUU no encaja en absoluto en el cliché que se tiene de Texas. Foto: DPA:

TURISMO MUSICAL

Austin, la otra cara de Texas

En Austin se baila y mucho. La capital del segundo estado más grande de EEUU no encaja en absoluto en el cliché que se tiene de Texas.

Por Música, baile y convertirse en el refugio de los artistas marcaron su historia y determinan su presente.

En Austin se baila y mucho. La capital del segundo estado más grande de los Estados Unidos no encaja en absoluto en el cliché que se tiene de Texas. Más de dos millones de personas viven en el área más grande de este enclave liberal rodeado de un entorno profundamente conservador. Aún cuando en el resto del país la polarización es evidente, aquí la gente se lleva bien. La ciudad, ubicada en una región conocida como Hill Country y rodeada de cuatro lagos artificiales, es una de las metrópolis de más rápido crecimiento del país. Puede que muchos no conozcan la sala de música "Austin City Limits" (ACL) pero, instalada en el moderno distrito comercial del centro, tiene el estatus de lugar de culto por haber difundido la imagen de “capital mundial de la música en vivo” en los Estados Unidos. Aquí se celebran más de 100 conciertos al año. Para los músicos locales, actuar en este espacio constituye un paso importante para dar el salto a nivel nacional.

En el momento álgido del movimiento hippie y durante las protestas contra la guerra de Vietnam, muchos compositores estaban molestos con el poder. Hartos de que Nueva York, Los Ángeles y Nashville acapararan toda la música, hicieron las valijas y se fueron a Austin. Aquí reside también el cantante country Willie Nelson que, a sus 85 años, es toda una leyenda en el país. Los estudiantes respiraron un soplo de aire fresco en el viejo Hill Country. Pero las tradiciones musicales se mantuvieron firmemente arraigadas en los locales "Honky-Tonk". La famosa cantante Janis Joplin también estudió en Austin en 1962. Gente nueva como ella convirtieron a la música country y folk que se hacía desde principios de los ‘60 en una poderosa forma de expresión de la contracultura. Austin se hizo famoso además por sus Cosmic Cowboys. Estos músicos fusionaron las convenciones regionales con las corrientes progresistas para crear nuevas tendencias originales como el Outlaw Country, una música socialmente crítica con reivindicaciones rebeldes. Johnny Cash es un ejemplo de este estilo. La historia musical moldeó la cultura urbana de la ciudad. La música en vivo se puede escuchar no sólo en muchos festivales, sino también en las esquinas de las calles, en supermercados, iglesias, parques y en las reuniones oficiales.

A través de los pequeños escenarios en más de 250 pubs, cafés, restaurantes y bares, la industria de la hostelería apoya a las miles de bandas de música de esta ciudad. Y una audiencia leal asegura buenas ventas. El mapa de Austin parece casi un tablero de ajedrez. El río Colorado, que no tiene nada que ver con el río del mismo nombre en el Gran Cañón y al que se puede uno acercar en bicicleta, serpentea por la ciudad, dividida en barrios con su propio estilo. Los distritos de Red River y Sixth Street, con sus casas de ladrillo de dos pisos y sus coloridos letreros de neón, son considerados el epicentro de la música en vivo. Desde el balcón con columnas del hotel “Driskill”, construido en 1886 por el poderoso ganadero Jesse Driskill, se puede contemplar todo el bullicio. Durante el fin de semana, la avenida donde se concentra la fiesta está cerrada en algunos tramos al tránsito. Bandas en vivo tocan en lugares insólitos e ir de pub en pub se convierte en una fiesta al aire libre. Para los aficionados al blues, uno de los mejores locales está a la zona. Se trata de “Atone’s Nightclub”, donde el legendario guitarrista Stevie Ray Vaughan actuó varias veces por semana en 1975.

Desde 2000, Austin vive además un boom de construcción de rascacielos. La ciudad resulta más atractiva, pero también más cara. A largo plazo, los artistas locales temen acabar siendo expulsados de la urbe. No obstante, el sur y el este siguen siendo polos de creatividad. Una tienda que ha pasado de padres a hijos como “Allen’s Boots”, donde se pueden encontrar todo tipo de botas, por ahora puede mantenerse en la zona, al igual que el excéntrico bar de cócteles “Whisler’s”, entre cuya decoración se pueden ver una cornamenta de venado y un santuario dedicado a la virgen. En el “White Horse” los buenos tacos se toman con cerveza y con baladas como música de fondo. Y el desgarbado cowboy que ha convocado a todo el mundo a bailar explica cómo funciona el “two step” de Texas: dos pasos rápidos, uno lento, pausa.

Por suerte, las botas de cowboy protegen de los pisotones de los principiantes. No sólo son adecuadas para trabajar con vacas, sino también para el baile típico de Texas, el “two step”. Así por ejemplo en el “White Horse”, ubicado en la ciudad de Austin, una gran cantidad de personas se concentran en la pista de baile mientras la música country se escucha en directo a todo volumen. Suenan el violín, la guitarra y el contrabajo. Honky Tonk es como se denominan tanto el estilo musical como este tipo de locales. El lugar está repleto y el whisky se sirve a raudales. Un hombre alto invita a bailar. El público está formado por un colorido microcosmos: aspirantes a cowboys y ganaderos de raza, chicas arregladas con tacones altos, rockeros tatuados, estudiantes con suéters y ancianos en forma que enseñan a los jóvenes hípster los trucos del “two step”.

Más información: www.traveltexas.com

 

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