La experiencia en Casa Vigil, Mendoza, es tan inolvidable que tiene una estrella Michelin por restaurante y un reconocimiento por la sustentabilidad de la propuesta. Foto: Patricia Daniele

La experiencia en Casa Vigil, Mendoza, es tan inolvidable que tiene una estrella Michelin por restaurante y un reconocimiento por la sustentabilidad de la propuesta. Foto: Patricia Daniele

La experiencia en Casa Vigil, Mendoza, es tan inolvidable que tiene una estrella Michelin por restaurante y un reconocimiento por la sustentabilidad de la propuesta. Foto: Patricia Daniele

La experiencia en Casa Vigil, Mendoza, es tan inolvidable que tiene una estrella Michelin por restaurante y un reconocimiento por la sustentabilidad de la propuesta. Foto: Patricia Daniele

La experiencia en Casa Vigil, Mendoza, es tan inolvidable que tiene una estrella Michelin por restaurante y un reconocimiento por la sustentabilidad de la propuesta. Foto: Patricia Daniele

La experiencia en Casa Vigil, Mendoza, es tan inolvidable que tiene una estrella Michelin por restaurante y un reconocimiento por la sustentabilidad de la propuesta. Foto: Patricia Daniele

La experiencia en Casa Vigil, Mendoza, es tan inolvidable que tiene una estrella Michelin por restaurante y un reconocimiento por la sustentabilidad de la propuesta. Foto: Patricia Daniele

La experiencia en Casa Vigil, Mendoza, es tan inolvidable que tiene una estrella Michelin por restaurante y un reconocimiento por la sustentabilidad de la propuesta. Foto: Patricia Daniele

La experiencia en Casa Vigil, Mendoza, es tan inolvidable que tiene una estrella Michelin por restaurante y un reconocimiento por la sustentabilidad de la propuesta. Foto: Patricia Daniele

La experiencia en Casa Vigil, Mendoza, es tan inolvidable que tiene una estrella Michelin por restaurante y un reconocimiento por la sustentabilidad de la propuesta. Foto: Patricia Daniele

La experiencia en Casa Vigil, Mendoza, es tan inolvidable que tiene una estrella Michelin por restaurante y un reconocimiento por la sustentabilidad de la propuesta. Foto: Patricia Daniele

La experiencia en Casa Vigil, Mendoza, es tan inolvidable que tiene una estrella Michelin por restaurante y un reconocimiento por la sustentabilidad de la propuesta. Foto: Patricia Daniele

La experiencia en Casa Vigil, Mendoza, es tan inolvidable que tiene una estrella Michelin por restaurante y un reconocimiento por la sustentabilidad de la propuesta. Foto: Patricia Daniele

INOLVIDABLE

Mendoza: así es la experiencia en un restaurante con estrella Michelin

Comandado por el chef Iván Azar e instalado en la bodega y casa del enólogo Alejandro Vigil, no sólo tiene una estrella sino que recibió una más por su propuesta sustentable. Galería de fotos.

Por Patricia Daniele

Mendoza, una de las provincias argentinas que mejor sabe aprovechar lo que tiene para tentar al turista. Ahora no sólo en paisajes sino también en la gastronomía, con la materia prima de primer nivel que crece en la zona para preparar platos tan inolvidables que el año pasado le valió a cuatro restaurantes locales una estrella Michelin para cada uno.

Pero si hablamos de estrellas Michelin, uno de los merecedores del reconocimiento con una es Casa Vigil, un emprendimiento muy particular que está en Maipú, y abre mediodía y noche para brindar un menú de hasta 10 pasos, pensado hasta en el más mínimo detalle por Iván Azar, su apasionado chef. El enólogo y creador de la bodega ubicada en Chachingo (Maipú), es Alejandro Vigil

Esta experiencia tan completa que comienza al llegar para la cena alrededor de las 20, atravesando hasta el restaurante un camino iluminado que de pronto descubre una barra instalada debajo de árboles añosos. Allí se saborea un vino de la bodega Aleanna y después, de manera individual, un anfitrión lleva a visitar todo el lugar. Esto incluye conocer la historia del viñedo, el proceso de vinificación, la huerta que alimenta los platos (incluso cultivan flores comestibles), y el edificio del restaurante, pensado como el relato de Dante de La Divina Comedia: el infierno es la cava, luego van al purgatorio y se llega al paraíso, donde culmina la visita con la cena de pasos. Todo el ambiente es alegre y moderno, pero también rústico y con la cocina a la vista. 

Durante la cena, cada nuevo plato que llega es explicado por atentos mozos o por Iván, al igual que las bebidas que los van acompañando individualmente. Desde el pan casero y hojaldrado a tarteleta de pejerrey, el menú se presenta en bocados no muy grandes cuya insignia tarda en llegar y es la carne cocinada en el punto justo elegido por el comensal. Deliciosa, Esta carta va cambiando según las estaciones, para aprovechar los productos disponibles. La combinación y la experiencia son inolvidables.

Obviamente, al tratarse de 10 exquisitos pasos que incluyen pescado, carne y verduras preparadas de forma muy imaginativa, la experiencia dura más de una hora y, sobre el final, el comensal no quiere irse de tan bien que lo pasó allí. Sin dudas merecen los reconocimientos que les otorgó el jurado de Michelin.