Un revólver Smith & Wesson, con su alza regulable en altura y deriva, y su guión de altura variable destinado a disciplinas deportivas. Foto: weekend

Alza totalmente regulable de la marca Bo-Mar instalada sobre una Colt 1911. Foto: weekend

Alza y guión fijos montados en una pistola por medio de una fresadora llamada "cola de milano". Para moverlas se requiere una máquina especial. Foto: weekend

Los ajustes deben realizarse con herramientas de precisión. Si las alzas regulables se aprietan, se pegará más arriba, o la inversa si se aflojan. En deriva: apretando agrupará a la izquierda y, desajustando, a la derecha. Foto: weekend

Útil herramienta para regular las miras sin causar deterioros en sus tornillos por usar un destornillador inadecuado. Foto: weekend

Aparato para instalar y desinstalar alzas y guiones colocados en "cola de milano" y realizar alguna corrección. Foto: weekend

Si se ajusta a la izquierda, lo correcto es desplazar el alza a la derecha, y viceversa. Foto: weekend

Alza y guión: claves para regularlos con precisión

Cuál es la función de los aparatos de puntería en un arma de puño. Su importancia, funcionamiento y cómo regularlos de manera correcta.

Por Pablo Crespo

Denominamos miras a los instrumentos con los cuales han sido dotadas las armas de fuego para alinearlas con el objetivo y conseguir precisión en el direccionamiento del proyectil. En general, casi todas las armas vienen equipadas con una mira trasera –denominada alza– y una delantera –o guión–. Este conjunto de aparatos de puntería es conocido también como miras abiertas para diferenciarlo de las ópticas. En esta oportunidad hablaremos de las primeras, a las que dividiremos en dos grandes grupos: regulables y fijas.

Es una obviedad decir que las regulables están diseñadas para permitir una regulación, pero no es tan obvio aseverar que las fijas son tan… fijas. Como veremos más adelante, algunas nos permitirán realizar ciertas correcciones. Cuando hablamos de regulables, en cambio, en casi la totalidad de los casos nos referimos al alza, si bien hay algunas armas destinadas a ciertas disciplinas deportivas que permiten regular también el guión. Para comprender cabalmente su funcionamiento, tengamos presente que, si un arma impacta a la derecha del punto donde apuntamos, deberemos desplazar el alza hacia la izquierda. Si impacta a la izquierda, el alza debe ser desplazada hacia la derecha. Esto se denomina corrección de deriva. Lo mismo con la altura, si impacta alto deberemos bajar el alza y si impacta bajo… subirla.

Cuando es el guión el que permite regulación, en su inmensa mayoría lo hace corrigiendo altura. En este caso, si el impacto es alto, el guión debe ser elevado y, si es bajo, se lo baja. Una sencilla regla para no olvidar esto es “el alza es como la suegra… hay que llevarle la contra. Y al guión como a los locos, se lo corre para el lado que dispara” (no deje que su esposa lea esto).

Alzas regulables

Como ya vimos, estos implementos permiten la corrección en altura y deriva. Las alzas regulables son pequeños aparatos de gran precisión y deben ser tratados como tales. Las más elaboradas poseen tornillos con clicks que facilitan, por un lado conocer la magnitud de la regulación que ocasionamos al girarlos y –por el otro– mantenerlas fijas en la posición seleccionada. Para ello se deben utilizar herramientas adecuadas, destornilladores de su medida exacta o pequeños auxiliares que algunas marcas proveen con sus armas que poseen miras regulables.

Alzas fijas

En la gran mayoría de las pistolas modernas, sus aparatos de puntería están instalados sobre la corredera, mediante una fresadora de forma trapezoidal –llamada cola de milano– que facilita su reemplazo sin tener que recurrir a modificaciones complejas. Esa forma de estar instaladas permite realizar cierta corrección al poder desplazar el alza lateralmente hacia el lugar correspondiente.

 

Para ello, es muy útil contar con la herramienta adecuada, la que en realidad fue pensada para instalar/desinstalar el alza. Si bien no son muy conocidas, muchos armeros especializados poseen alguna de ellas. La otra forma –más al alcance del usuario común– es utilizar un segmento de varilla de bronce de la medida y forma adecuadas y, fijando firmemente la corredera en una morsa de banco, apoyarla del lado correspondiente y con  pequeños –pero firmes– golpes de martillo, desplazarla.

Respecto de los guiones

Si están en cola de milano y hay que variar la altura, lo ideal es cambiarlo. De no ser posible y el arma tira bajo, deberá bajarse la altura del guión recurriendo a un armero o a una lima. Si se opta por esto último, recordar que el metal no crece. Así que a no excederse. Pero si el arma tira alto, no va a haber más remedio que reemplazar el guión por uno de mayor altura.

Algo para tener en cuenta es que antes de regular los aparatos de puntería, sean del tipo que fuesen, con el mayor de los cuidados hay que hacer una serie de disparos apuntando siempre a un punto fijo, tratando de agrupar lo máximo posible. Así se podrá comprobar hacia dónde impacta el arma y hacer la corrección correspondiente. Finalmente, orientarse por el grupo y no por algún impacto volado que puede haber sido provocado por un error del tirador. Con todos estos tips logrará un ajuste más preciso del arma. El resto es cuestión de práctica.

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