El pejerrey apareció en la costa de Palo Blanco, Berisso, y coronó una agradable jornada de pesca. Foto: Duilio Casagrande

El pejerrey apareció en la costa de Palo Blanco, Berisso, y coronó una agradable jornada de pesca. Foto: Duilio Casagrande

El pejerrey apareció en la costa de Palo Blanco, Berisso, y coronó una agradable jornada de pesca. Foto: Duilio Casagrande

El pejerrey apareció en la costa de Palo Blanco, Berisso, y coronó una agradable jornada de pesca. Foto: Duilio Casagrande

El pejerrey apareció en la costa de Palo Blanco, Berisso, y coronó una agradable jornada de pesca. Foto: Duilio Casagrande

Río de la Plata

Bajan las temperaturas y el pejerrey dice presente en Berisso

Con la llegada del otoño aparece la especie que más aficionados de la caña reúne cada temporada, el querido cola fina. No importa el ámbito, es la pesca que más gente congrega, sin importar la modalidad. Por: Duilio Casagrande.

Desde los muelles de los clubes de pesca de Berisso, ya había respuesta del flecha de plata. Es por eso que, con unos amigos, decidimos embarcarnos e irnos a buscarlo cerca de la costa frente a Palo Blanco, una playa clásica de la localidad.

Navegamos unos 25 minutos luego del rol correspondiente en Monte Santiago. Una vez en el lugar, armamos nuestros equipos conformados por una caña de 4 a 4,50 mts, reeles frontales chicos cargados con multifilamento y lineas de tres boyas.

La jornada se presentaba muy bien, con un viento Sur a 20 km/h y en creciente. En días anteriores hubo sudestada, una buena señal para esta especie ya que entra buen pescado y se renueva el agua.

Estábamos en cuatro metros de profundidad y la temperatura del agua era de 22 grados, cosa que no era ideal. Para poder obtener piezas de cola fina, tenía que bajar unos cuatro grados más.

Con mojarras vivas y saladas como carnada elegida, no tardaron en llegar los piques, ya de por sí violentos, clara evidencia de que había pejerreyes chicos, juveniles que comen muy voraces pero que no pinchaban o no lográbamos pincharlos.

La marea nos fue llevando más cerca de la costa y en tres metros de agua hicimos la pesca del día. Fueron 12 ejemplares de flechas de plata que dieron la medida. Sumado a ello, erramos unos cuantos piques y devolvimos otros más. Teniendo en cuenta que esto apenas comenzaba y faltaban algunos factores ideales, el balance de la jornada era bueno. Además capturamos varios patíes chicos y un doradillo que dio varios saltos antes de que cortara la brazolada, uno de los tantos momentos emocionantes que nos regala el Río de la Plata en cada salida.

Por otro lado, tuvimos unas tres horas de río planchado, es decir que prácticamente no hubo actividad. Acá aplica un clásico de esta especie: si no movemos la carnada, el peje no pica.

Una pesca muy recomendada en este lugar, con buenos guías que ofrecen buen servicio y lanchas muy seguras para navegar. Sin lugar a dudas, detalles que harán que la jornada sea óptima y entretenida.

 

Servicios. El Cardumen, Avenida 44 esquina 215 (La Plata).

Agradecimientos: Leandro, José, Matías y Nicolás.

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