En el estuario rioplatense, a los pejerreyes que estaban firmes y se comían todo tras el desove, se sumaba el intento por los bagres de mar. Foto: Fernando Sánchez

En el estuario rioplatense, a los pejerreyes que estaban firmes y se comían todo tras el desove, se sumaba el intento por los bagres de mar. Foto: Fernando Sánchez

En el estuario rioplatense, a los pejerreyes que estaban firmes y se comían todo tras el desove, se sumaba el intento por los bagres de mar. Foto: Fernando Sánchez

En el estuario rioplatense, a los pejerreyes que estaban firmes y se comían todo tras el desove, se sumaba el intento por los bagres de mar. Foto: Fernando Sánchez

En el estuario rioplatense, a los pejerreyes que estaban firmes y se comían todo tras el desove, se sumaba el intento por los bagres de mar. Foto: Fernando Sánchez

En el estuario rioplatense, a los pejerreyes que estaban firmes y se comían todo tras el desove, se sumaba el intento por los bagres de mar. Foto: Fernando Sánchez

DOBLETE

Bagres de mar y pejerreyes, combo en tiempos de transición

El Río de la Plata, embarcados, nos da la chance de pescar dos especies calificadas, una que se está yendo y otra que irrumpe con buenos portes.

Por Jorge Virgilio

Fernando Sánchez, uno de los guías referente en el estuario rioplatense, nos había advertido que esta semana iría por ellos, y así fue. En el día de la primavera ingresó desde Marinas del Sur en Berisso y fue por un doblete de especies en pleno tiempo de transición. A los pejerreyes que estaban firmes y se comían todo tras el desove, se sumaba el intento por los bagres de mar.

Esta especie ingresa en el río en su tiempo reproductiva anual, y es muy apreciada este silúridospor sus cualidades en gastronomía. Con residencia en el océano, en tiempos de reproducción, busca aguas dulces o de un tenor salino más atenuado. Esa condición de adaptarse a otras aguas hace que se los denomine “peces eurihalinos”, condición que también poseen salmones, pejerreyes, lisas, corvinas y lenguados, entre otros.

La migración reproductiva generalmente comienza a fines del invierno y el derrotero de los cardúmenes de bagres los lleva a remontar las aguas del Río de la Plata buscando las profundidades del Uruguay y el Paraná dónde se concentran en pozos pozones barrosos para llevar a cabo el proceso las hembras desovan de 20 a 40 huevos redondos A fines de octubre e inicios de noviembre culmina el regreso de la especie al océano donde permanecerán hasta la próxima cría.

Estos peces suelen estar pegados al fondo y allí se alimentan por eso alcanza con un solo anzuelo y un plomo corredizo en la madre que deja libre una brazolada de alrededor de sesenta centímetros a un metro de nylon 0.60 mm. El plomo debe ser lo suficientemente pesado para mantener la carnada en el fondo, pudiendo llegar hasta los 300 gramos para aguantar las corrientes más fuertes. En cuanto a las carnadas más usadas, pica en punta la anchoíta fresca entera y el calamar, sobre un anzuelo 7/0 a 8/0. El pique del bagre de mar es muy sutil, tomando apenas la carnada y dando pequeños tirones hasta que la introducen en la boca e inician una enérgica corrida. Allí, ese es el momento de encañar.

Los resultados de la salida fueron muy buenos, logró ambas especies y dio por iniciada la temporada del bagre de mar. Los pejerreyes fueron de excelente porte, con buena actividad a flote, en las clásicas líneas de dos boyas con bigotera, reels cargados con multifilamento y cañas telescópicas de alrededor de los 4.00 a 4.50 m, encarnando con mojarra viva o salada, siendo un tiempo donde el pejerrey no está tan selectivo, come todo lo que le tiran.

Servicios:

  • Alta Pesca de Fernando Sánchez. Tel.: (011) 5379 8430. Salidas diarias de 8 a 16.30, en una embarcación de 8 metros con 125 HP, para 5 personas, lancha confortable y segura.

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