Se inauguró la temporada de avistaje de los ciervos colorados en el Parque Luro

La provincia de La Pampa acaba de anunciar el comienzo de la Temporada de Brama 2024 que les ofrece a todas las personas que visitan la Reserva Provincial Parque Luro a esta altura del año disfrutar de un amplio y variado abanico de actividades entre las cuales sobresale el avistaje del ciervo colorado, también llamado ciervo rojo de los Cárpatos.

Y, para esta temporada que se extenderá hasta finales del próximo mes de abril, las expectativas de sus organizadores son las mejores. “Esperamos una Temporada de Brama 2024 excelente, porque tenemos la expectativa que este año la cantidad de visitantes se duplique. Además de los pampeanos, recibimos a turistas de todo el país y existen convenios con agencias de viajes de Buenos Aires que traen contingentes cada 20 días”, comentó, a la Agencia Provincial de Noticias (APN), Vanina Martínez, subsecretaria de Desarrollo Turístico de La Pampa.

 “El lanzamiento de la temporada salió muy bien porque casi todos los invitados pudieron observar a los ciervos bramando. Es un espectáculo único y queremos que este año la gente nos acompañe una vez más. El Parque tiene, además, otros puntos de atracción, como los senderos, el centro de interpretación, la sala de carruajes, la usina y el castillo”, agregó la funcionaria pampeana.

Cabe recordar que en esta reserva pampeana de 7.600 hectáreas de extensión ubicada a tan solo 30 kilómetros de la capital provincial, sobre la Ruta 35, actualmente viven más de 1.000 ejemplares de ciervos colorados, lo que la convierte en la mayor colonia en estado salvaje de esa especie de la Argentina.
 

Durante la brama, los machos cuidan el harén y rechazan a otros machos con fuertes bramidos que se escuchan a cientos de metros de distancia y sangrientas peleas con sus cuernos en defensa de su territorio y de su pareja deseada.

“El bramido es una de las formas de seducción del macho, junto con la fortaleza y la demostración de porte, pero la hembra es la que elige, y, una vez que queda preñada, echa al macho, que regresa al bosque de caldenes. Es un espectáculo imperdible”, concluyó Martínez.

La entrada al Parque, que cuenta con servicios concesionados de quincho, parrilla y restaurante, cuesta $300. En tanto que, por razones ambientales y de protección de la fauna, sólo se permite el ingreso de 500 personas por jornada.