Gracias a la bajante del Paraná pescan una gigantesca raya en Entre Ríos
El enorme ejemplar de esta especie que se encuentra amenazada por la pesca y por la degradación de su hábitat natural fue capturado por un grupo de pescadores en una zona conocida como Boca de Arrastradero, en la ciudad de La Paz. ¿Cuánto pesó?
Fruto de la histórica bajante que sigue acuciando al río Paraná en la provincia de Entre Ríos, un grupo de cuatro pescadores amigos logró capturar nada menos que una raya que, según afirmaron, pesó nada menos que 150 kilos.
Según relataron los pescadores a Entre Ríos Ya, el hecho tuvo lugar en la ciudad entrerriana de La Paz, más puntualmente en una zona que es conocida por los lugareños como Boca del Arrastradero y, debido a las grandes dimensiones del pez tuvieron que lidiar con el gigantesco ejemplar durante varias horas para poder vencer su resistencia y traerlo a la orilla.
“Tenía 90 kilos solo de aleta”, comentaron los pescadores antes de confesar que suelen preparar exquisitas milanesas con las aletas, mientras que el resto del pescado lo descartan.
Raya de agua dulce: especie amenazada
Si bien se conoce muy poco sobre su biología, según los especialistas, las rayas de agua dulce (castexi Potamotrygon) que habitan en muchas aguas tropicales, como el río Amazonas y el Paraná, están fuertemente relacionadas con sus parientes del océano.
Y, al igual que los tiburones, cuentan con esqueletos de cartílago, a diferencia de los óseos de los peces teleósteos con los que están relacionados en menor medida.
En tanto que los principales enemigos de esta especie son la alteración de sus hábitats y de los cursos de las aguas, como así también los agrotóxicos, las obras hidroeléctricas, la sobreexplotación, las actividades turísticas y la destrucción de la vegetación de la cuenca.
Por ello es que en el año 2015 el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) presentó un informe en el cual advertía que la raya gigante de río estaba amenazada por la pesca y por la pérdida de su hábitat natural.
“El estudio revela que la raya gigante prefiere cuerpos de agua de abundante caudal y no ambientes de aguas calmas, por lo que para mantener poblaciones viables es vital mantener los ríos libres de represas y grandes obras de infraestructura que impacten sobre la estructura física y el régimen natural de inundaciones”, comentaron los investigadores Luis Lucifora y Pablo Scarabotti, quienes participaron de dicho informe.
“Los grandes ríos sudamericanos albergan varias especies pero padecen dos factores de riesgo: son vulnerables por su bajo número de crías y el largo período de maduración, y por habitar ecosistemas modificados y degradados por el hombre”, concluyeron.
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