Canopys de aluminio con soldadura de penetración total: el último paso evolutivo en carpas de techo para el off road

Las historias de garage son curiosas, sorprendentes y, por lo general, ocurren solo en los Estados Unidos. Sobran ejemplos de películas y de la vida real. Sin embargo, esta es más cercana: de Chascomús, donde los hermanos Marcos (46) y Rodrigo (34) Arroyo hace tres años comenzaron por cumplirle el sueño a un cordobés que les pidió una estructura de aluminio para un canopy, que finalmente quedó tan bien que la publicaron en las redes y los pedidos empezaron a caer uno tras otro, por lo que debieron abandonar el part time de garage, renunciar a sus respectivos trabajos en fábricas locales, montar un taller de verdad y dedicarse tiempo completo a proyectar, diseñar y fabricar estas cúpulas de aluminio con techo integrado de formato triangular y perfil extrachato (18 cm de altura cerrado y 6º de ángulo de ataque para mejor aerodinamia) –similar a los modelos australianos–, tan útiles para trabajar como para dedicarse a la aventura.

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La soldadura, el punto clave que los diferencia

¿Cuál es el punto más fuerte de Alucamp (así se llama la empresa que crearon)? La respuesta de Rodrigo es categórica: “La soldadura TIG de penetración total, eso es lo que nos diferencia de todos. No hay nadie en el país que realice este tipo de soldadura, la mayoría suelda solo la cara del aluminio que se ve. La penetración total pasa la unión del metal y sale del otro lado, queda una doble costura que le aporta muchísima más rigidez a la estructura y evita que las uniones se fisuren. Muchos de los productos de aluminio que existen en el mercado tienen costura de un solo lado y con el traqueteo del off road se desueldan o rompen”.

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Para soldar así, ambos hermanos Arroyo se capacitaron durante años: Rodrigo en una fábrica de trenes (es tan fanático del tema que hasta tiene un perfil de Instagram de soldaduras) y Marcos en una empresa que fabricaba piezas en acero inoxidable. Ambos son soldadores calificados, pero en Alucamp las tareas están divididas: Rodrigo es el soldador oficial y su hermano mayor –técnico mecánico– es quien diseña los planos, crea y aporta soluciones a los problemas que van surgiendo. El punto de encuentro es la sinergia de ideas, la proactividad y el programa de planos AutoCAD que ambos manejan a la perfección. 

Sin embargo, la tecnología no lo es todo en esta empresa, porque los canopys pasan por una etapa de terminación artesanal, en la que repasan ajustes, detalles y en la cual realizan un exhaustivo control de calidad para que no se escape ningún detalle. Es más, son tan exigentes consigo mismos que no encuentran personal para que los secunde en el taller. La gente que toman no llega a la semana, excepto Julián, la última incorporación, que viene del rubro y parece tener la misma motivación que los fundadores de la empresa. Y de Fausto Blanco, un amigo que era tapicero y ahora es quien –junto a su esposa, madre y sobrinos– confecciona las carpas con exclusiva dedicación.

Cómo son los canopys

Si bien todas las estructuras son de aluminio, hay varios modelos disponibles (más de cinco), acorde a la necesidad del usuario. Para simplificar, podemos distinguir tres líneas de productos estándar:

• 1) la carpa de techo sola, que pesa 40 kg y como una valija chata con techo rígido se monta sobre cualquier vehículo (viene en dos medidas);
• 2) el modelo más solicitado (1,36 x 2,60 m, 150 kg), que al canopy suma una cúpula metálica con ventanas laterales ciegas, lo que permite utilizar toda la caja de carga del vehículo y acceder al interior de la carpa desde ella (se puede mantener el portón trasero original de la camioneta o reemplazarlo por otro de apertura lateral); y
• 3) el Aike, que es algo así como un camper que se monta sobre la caja de la camioneta y viene equipado con todo lo deseable para una hermosa aventura (también se puede partir de algo sencillo e ir armándolo): panel solar, batería; calefón y anafe a gas, caldera a gasoil, tanques de agua, bombas 12 V, cubo de ducha, inodoro químico, pileta para lavar, heladera, toldo de apertura 270 grados con luz LED en cada brazo, muebles internos y un largo etcétera. 

Características comunes

El punto de encuentro de los detalles que definen a los tres modelos estándar son la apertura en ángulo de 42 grados con amortiguadores a gas, las instalaciones eléctricas con cable taller y ficha estanca tipo automotriz, las luces LED y que todos soportan unos 30 kg de carga sobre el techo, como para llevar un kayak o bicicleta.

Las manijas también son comunes a todos los modelos: del tipo T o cola de ballena con cerradura y –fundamental– un burlete con 8 mm de compresión que hace que puertas y ventanas cierren al vacío, lo que no permite el ingreso de polvo mientras se transita. Y, por último, pero no menos importante, los colchones: extraíbles, con funda lavable, apoyados sobre una estructura de madera y muy cómodos.

En cuanto a los materiales de la estructura, utilizan chapas de aluminio lisas y semillas de melón de 1,6, 2 y 2,7 mm, todas cortadas a láser y plegadas a CNC. Los diseños están muy pensados y desarrollados con cálculos de ingeniería. “No están hechos así nomás –destaca Marcos–, detrás de cada uno hay mucho estudio, aplicación de fórmulas, investigación, desarrollo y, por supuesto, ensayo y error. Cada vez que un cliente pide algo que no teníamos contemplado, volvemos a los planos y a la calculadora para replantear la estructura. No es lo mismo colocar un accesorio en un lado que en el otro. Eso lleva a reconfigurar amortiguación,
el cálculo de newtons y varias cuestiones más”. 

En cuanto a las telas que utilizan, todas son dobles (forman una cámara de aire aislante), impermeables (16.000 mm de columna de agua), con costuras selladas interiormente. Puertas y ventanas tienen mosquiteros de PVC (más resistentes que los de tela), cierres de acero inoxidable con doble apertura reversible. Y los anclajes generales son con ganchos de mochila, no con velcro, que con el tiempo y el uso pierde adherencia.

Clientes satisfechos, la mejor promoción

“Al principio, los diseños los fuimos haciendo a pedido de los clientes –relata Marcos–, a los cuales ni siquiera le conocíamos la cara. Nos transferían el dinero, sus ideas y avanzábamos. Por eso decimos que Alucamp se la debemos a las personas que confiaron en nosotros y en nuestro potencial, con ellos crecimos. Y con cada nuevo pedido seguimos innovando para generar un producto muy confiable de altísima calidad, que muchas veces despachamos al interior del país sin ver personalmente al comprador, pero quien nos gratifica enviándonos fotos de su canopy verde oliva – el color que identifica la marca– en diversas geografías del país”.

Costos y tiempos de entrega

“El modelo más sencillo cuesta U$S 4.000 –cuenta Rodrigo–, y a partir de ahí podemos escalar hasta los U$S 24.000, que es el camper Aike más completo. En el medio hay múltiples posibilidades, es cuestión de comunicarnos con el cliente y establecer necesidades.

¿Fecha de entrega? Estamos tomando pedidos a seis meses, tenemos mucho trabajo y, como ya comentamos, no nos interesa la producción en serie, sino estar en cada uno de los detalles para que el cliente quede satisfecho. En la exposición 4x4 Off Road Fest (IG: @4x4offroadfest) que se realizó el 28 de septiembre en Luján, y de la cual participamos, gran cantidad de clientes pasaron a saludarnos y a compartir el día. Eso es una clara muestra de que estamos haciendo muy bien las cosas. Y es por la senda que queremos seguir”.

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Más info: WhatsApp: +54 9 2241 537738 | Instagram: @alucampp | E-mail: [email protected]

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