La realidad aritmética es que hasta hoy hay en la Argentina 820 casos de Coronavirus confirmados y 6.991 de dengue en estudio, según el boletín epidemiológico del a Ministerio de Salud. La realidad fáctica es que llevamos casi dos semanas de aislamiento social, llovió, hay humedad, hace calor, el pasto creció demasiado y los mosquitos colonizaron jardines y veredas. El dengue está tan latente 50 metros a la redonda como el Coronavirus en la cola del supermercado. La pregunta del millón es: ¿se puede cortar el pasto de la calle?
Hay una clara realidad que se repite en casi todas las localidades: la ausencia de las intendencias para mantener a raya al mosquito vector del dengue: el ya tristemente célebre Aedes aegypti cada día gana más terreno. Nunca vi a empleados de mi municipio fumigar el barrio donde vivo, zona de casas bajas y veredas arboladas con amplios jardines a escasos 30 minutos al sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde se presentan varios de los factores que el Ministerio de Salud enumera como causales del desarrollo del dengue, zika y chikungunya, a los que también se refiere la Organización Mundial de la Salud.
Según el artículo 6 del decreto de aislamiento social obligatorio que dispuso el Gobierno Nacional para mitigar la pandemia del coronavirus, “las personas afectadas a actividades esenciales en la emergencia están exceptuadas del cumplimiento", pero algunos oficios, como la jardinería, parecen estar en una zona gris, porque no queda claro si realizar tareas para combatir el dengue son o no primordiales para el Estado.
Veamos algunos casos...
La Nación publicó una nota acerca de lo que ocurre en los countries y barrios cerrados: "‘Los jardineros y pileteros podrán ingresar al Club. Se dedicarán exclusivamente a labores de corte de pasto y pileta que son esenciales para controlar la difusión de enfermedades’, señala un comunicado de la administración del Martindale Country Club, del partido de Pilar. Para este barrio privado, ‘estos oficios son considerados esenciales y están amparados por el DNU’.
“De hecho, a los fines de ‘evitar la presencia de mosquitos transmisores de dengue, zica y chikungunya’, (...) la Municipalidad de Pilar, estableció por ordenanza que el personal encargado de ‘tareas de desmalezado, jardinería, fumigación, tratamiento de ojos de agua y recolección de residuos domiciliarios’, siempre y cuando cumpla con los requisitos preestablecidos, estaría comprendido dentro del inciso N ° 22 del artículo N ° 6, en relación a las personas exceptuadas del cumplimiento de aislamiento obligatorio, conforme al DNU.”
Según Infobae, este escenario se repite en otras localidades. “Tras la denuncia de vecinos del country Los Cardales, de Campana, en contra de la administración por el supuesto incumplimiento de la norma de cuarentena, -informa el portal- el juez federal de Campana, Adrián González Charvay, ordenó (...) una custodia permanente de la Policía en la puerta de ingreso de este complejo habitacional, para ‘restringir el ingreso de personal de piletas y cortadores de pasto’".
González Charvay también le encomendó a la Policía que le pida a la administración del predio una copia del comunicado que los vecinos denunciaron y que constate quiénes lo firman para informales en ese momento que se les inició una causa penal por violar el artículo 205 del Código Penal que establece que “será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una epidemia”.
La autora de la nota de La Nación, Lucía Cullén, también consultó con la administración de Tortugas donde, hasta el momento de publicación habilitaban el ingreso de jardineros y pileteros. Sin embargo, fuentes del Ministerio de Trabajo Nacional le dijeron que "este oficio no es una actividad esencial".
En contrapartida, según publicó el portal Cañuelas al Día, “desde el municipio de Cañuelas, a través del Comité de Seguimiento, manifestaron que entienden que deben ser permitidas las tareas de corte de pasto realizadas por particulares, no sólo por motivos estéticos sino también como forma de prevención del dengue y otras enfermedades. Al igual que los servicios públicos, la higiene en las viviendas particulares, es considerada esencial. En caso de contratar a un servicio que realice el corte, debe circular con una notificación emitida (a puño y letra, no es necesaria otra formalidad) por quienes los contrataron para dicha actividad, dejando constancia del domicilio y el horario en que se extenderán las mismas. El horario permitido es de 8 a 18 horas.”
Si para muestra basta un botón, el municipio de Lomas de Zamora parece haber adoptado las mismas medidas que los de Pilar y Cañuelas respecto del corte de pasto. De regreso de la farmacia observé a un vecino cortando el de su vereda para mitigar el avance de los mosquitos antes de que que cayera el próximo chaparrón previsto por el Servicio Meteorológico. Delante de mi coche avanzaba un móvil policial que al verlo que estaba trabajando en plena soledad, con barbijo y protectores visuales, continuó su marcha.
Respuesta a la pregunta del millón: para el Ministerio de Trabajo la jardinería no es una actividad esencial, por lo que su contratación no está permitida. Pero no deja de ser una zona gris, aunque hasta ahora no se conocen casos de personas notificadas de incumplimiento de la cuarentena por cortar su propio pasto domiciliario respetando las reglas de aislamiento y distanciamiento social que muy acertadamente el Gobierno impuso el 20 de marzo de 2020 y que acaba de anunciar que prorrogará hasta el 13 de abril. Por supuesto que habrá que hacerlo en soledad y debidamente protegido con máscara facial y, al ingresar al domicilio, bañarse y cambiar ropa y calzado, respetando las medidas de la cuarentena. Combatir el dengue con las mínimas herramientas y posibilidades que como ciudadanos tenemos a mano es tan fundamental como cumplir con el aislamiento obligatorio. Si permitimos que el árbol nos tape el bosque, el bosque nos tapará la montaña.
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