La madrugada del pasado miércoles 9 de Julio no pasó con tranquilidad para el personal de la Prefectura Naval Argentina, sede de Villa Paranacito ni para la Dirección de Recursos Naturales y Fiscalización de la provincia de Entre Ríos. Ambos estuvieron a cargo de un operativo que terminó con el decomiso de más de 1.200 kilogramos de pescados.
Todo se inició cuando personal de la fuerza interceptó un camión térmico Mercedes Benz en el que se transportaban tres individuos. En el control se le solicitó al conductor la documentación que amparaba la carga, pedido que fue respondido con la entrega de una guía de tránsito de productos pesqueros. Los uniformados procedieron a la revisión de la carga, advirtiendo tanto bogas como sábalos en cajones y llevándose la sorpresa de que gran parte de esas especies medían entre 30 y 35 cm de largo, una medida inferior a la permitida para su extracción.
Según la resolución N°792/06 DGF y su modificatoria N°793/06, ambas vigentes en la provincia de Entre Ríos, se estable que las especies: sábalo (Prochidolus lineatus), tararira (Hoplias malabaricus) y boga (Leporinus sp), solo se podrán capturar en pesca artesanal para comercialización con talla mínima de cuarenta y dos cm de largo total, por lo tanto, la carga fue decomisada. Estimaciones posteriores indicaron que la valuación total de los peces superaba los $ 5.000.000.


Hechos que se repiten
Esta situación de pesca ilegal se suma a otras que adquirieron notoriedad pública en los últimos días, no solo en Entre Ríos, también en Santa Fe. Por caso, en la última quincena de junio, inspectores de fauna del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la provincia realizaron varios procedimientos de pesca a comerciantes de las ciudades de Reconquista y Tacuarendi, a quienes les labraron actas de infracción por estar al margen de la ley. Se incautaron una gran cantidad de dorados y surubíes. En el caso del dorado, una especie totalmente vedado, y en las demás especies, por no contar con licencias ni constancia de haber abonado las tasas de fiscalización. Según señalan, los operativos no fueron difíciles de concretar ya que, con total impunidad, los comerciantes ofrecían los peces en las redes sociales. Además, vale recordar que, promediando el mes de enero, PNA concretó una incautación de 2,800 kg de pescados, contando sábalos, dorados y surubíes, siendo un número similar al secuestrado poco más de dos meses después, ambas, por Villa Paranacito.
En un contexto complicado por hechos que lastiman al recurso pesquero, los responsables del cuidado del río dan muestras de su compromiso.





























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