Mientras se encontraban realizando una serie de estudios de rutina en la Vereda Panamá, municipio de Soacha, Colombia, un equipo de biólogos de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) se llevó una gran y alentadora sorpresa al avistar a un ejemplar de una alondra cornuda que, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) se encuentra en peligro crítico de extinción debido, fundamentalmente, a la cada vez mayor destrucción de su hábitat natural por parte del hombre.
Según explicaron desde la mencionada institución científica colombiana a través de un comunicado de prensa, si bien este avistamiento es un hallazgo significativo, ya que la especie es la única subespecie de alondra cornuda que no migra - lo que la hace mucho más vulnerable-, plantea desafíos muy importantes para la conservación de esta especie no solo en Colombia, sino en el mundo entero.
Alondra cornuda: principales características y enemigos
Caracterizada por los mechones de plumas en su cabeza que parecen cuernos, según datos oficiales, la alondra cornuda habita en un ecosistema subxerofítico que ha desaparecido en un 98 %, en tanto que solo el 2 % de su hábitat original se encuentra en Colombia, lo que amenaza enormemente su supervivencia a largo plazo.
"Aunque el avistamiento de la alondra cornuda es una grata noticia, es fundamental recordar que esta especie se encuentra en peligro crítico de extinción, principalmente por la pérdida de su hábitat", afirmó.César Augusto Rico, director de la CAR Soacha, a pocos días de la Cumbre Mundial de Biodiversidad COP 16, que se llevará a cabo próximamente en la ciudad de Cali.
Las poblaciones de alondra cornuda son extremadamente pequeñas, con registros de entre apenas 4 a 64 individuos, en tanto que esta ave se alimenta principalmente de arañas, insectos y de lombrices y tiene tres periodos de nidación al año, poniendo únicamente dos huevos en cada uno, lo que contribuye a su actual estado crítico de conservación.
Ante ello, la CAR incluyó acciones específicas en su Plan de Acción Cuatrienal 2024-2027 para proteger tanto a la alondra cornuda como a su hábitat natural. Además, están llevando a cabo el Plan de Manejo y Conservación que, entre otros puntos importantes, incluye la investigación científica, numerosos programas de educación ambiental y la colaboración con las comunidades locales con el objetivo de asegurar que no se extinga por completo..
"Este esfuerzo de conservación es crucial, ya que la alondra cornuda es un indicador importante de la salud de su ecosistema. Su protección requiere medidas urgentes para restaurar su hábitat y asegurar su supervivencia en las próximas décadas", concluyeron desde la CAR.
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