Si algo no abunda en tiempos de veda y sequía, esto es las lagunas de elite para pescar pejerreyes de calidad y en cantidad. Sin embargo, encontramos una alternativa a 590 km de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: La Pandorga, un espejo quizá para ubicarlo en un podio bonaerense, ya que cuenta con abundante población debido a la escasa presión de pesca a la que es sometido, pues abre pocos días de la semana y gran parte del año permanece cerrado. Además, está muy cuidado por sus dueños. Por eso los tamaños sorprenden a cualquier pescador del flecha de plata. Sin embargo, sus piezas no se regalan y los logros se convierten en un desafío para los que buscamos esos trofeos de más de un kilogramo de peso.
Para avanzar con la visita a este ámbito nos contactamos con nuestro guía y amigo de la zona, Germán Rigane, gran referente de especies como la lisa veraniega en la albufera de Mar Chiquita.
Encuentro en la ruta
El se encuentra situado en Mar del Plata y, para llegar hasta el pueblo de Energía –desde donde se accede a La Pandorga–, tiene que recorrer aproximadamente unos 200 km. El ámbito aloja cuatro claros que se recorren con motor eléctrico. Su embarcación de 4 m se encuentra siempre apostada en el casco de una estancia de dicha laguna. Allí concentra grupos de dos pescadores como máximo. Ello le da versatilidad para poder serpentear por tajamares y juncos hasta llegar al sector de pesca, debido a la poca profundidad del ámbito. Al momento de hacer esta nota, el nivel promedio del espejo estaba en un metro en los sectores de mayor hondura.
Para acceder al ámbito hay que combinar con Rigane (único operador autorizado para llevar pescadores con su embarcación) el horario de encuentro en la rotonda del paraje Energía, lugar en que se ubica el encargado del campo para esperar a los aficionados al amanecer. Una vez que llegan, les toman los datos, les cobran un canon de entrada al predio y transitan unos 25 km de tierra para llegar al predio privado.
Cómo es la pesca
Germán lleva tres baterías de vehículo de 12 volts para lograr autonomía en el motor eléctrico. Esta carga es suficiente para llegar al sector de pesca y recorrerlo: no se permiten motores fuera de borda ni de 4 tiempos. Cuando se arriba a los claros de agua, los pescadores arman sus equipos: cañas de 4 a 4,25 m equipadas con reeles 2500 frontales, cargados con multifilamentos de buena calidad de 20 libras (1 lb = 0,453 kg) resistentes a los piques fuertes. No es difícil clavar dobletes de pejerreyes de más de un kilo de peso en este ámbito. Hay que estar atentos a la clavada, ya que los piques son muy francos y peleadores. Uno de los datos a tener en cuenta es armar boyas de tamaño mediano tipo chupete, palito con marcador o cometa. En cuanto a los colores, no hay preferencias que predominen en este ámbito. El consejo es que las líneas tienen que estar reforzadas en la madre con nylon de 0,45 mm de buena calidad. El tipo de brazoladas es indiferente: pueden ser fijas o regulables con boyas tramposas de 15 mm y con bajadas de nylon de 0,37mm. La profundidad a la que come el pejerrey en este ámbito es de entre 30 y 50 cm, por eso para armar el equipo es ideal el aparejo de 3 boyas.
Portes y carnadas
Casi con exclusividad se utiliza mojarra mediana viva (el guía puede ocuparse de este servicio extra), aunque también funciona muy bien el filet de dientudo de la misma laguna, teñido en tiritas de color naranja. Comprobamos que esta última variante da muy buen resultado en días de mucho viento, cuando al pejerrey se le dificulta al comer porque el agua se enturbia.
En cuanto a la cuota, se llega fácilmente en una jornada prolija y siguiendo los consejos del guía. Con sus indicaciones se obtienen piezas que van desde los 600 g hasta más de un kilogramo de peso, aunque solamente está permitida la cuota diaria de 30 piezas por pescador, sin excepción.
A modo de conclusión, por los costos y la distancia, no se trata de un predio que esté al alcance de todas las familias pescadoras, sino más bien es para sacar esas piezas que hoy en día no abundan en la provincia de Buenos Aires. Para darse un gusto y capturar el trofeo de 2024 que casi casi estuvo en falta durante toda la temporada. Sería una buena forma de despedirse hasta el 2025.
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