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CAMPING | 11-10-2019 12:17

Cómo tunear una carpa

Cinco curiosos tips para que, cuando viajamos en vehículo y/o con chicos, la vida de campamento resulte sencillamente más cómoda.
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El buen clima y la comodidad en el camping son directamente proporcionales a las ganas de repetir la experiencia, fundamentalmente en quienes se inician en la actividad. La lluvia y el viento no se pueden prever, pero la comodidad en la carpa sí, porque es inherente a cada campamentista. Si dejamos de lado los mochileros –que se mueven a pie/dedo/transporte público– y buscan viajar con lo menos posible por cuestiones de espacio y peso, quienes se trasladan en vehículo tienen grandes posibilidades de que su estancia resulte más confortable, sobre todo si viajan con chicos. La clave está en tunear la carpa como mencionaremos a continuación.
Alfombra. Si bien en esta época muchas carpas iglú vienen con piso desmontable en la zona del ábside, en aquellos modelos que no lo posean puede improvisarse fácilmente con un cobertor (o tarp), un trozo de goma eva o con retazos de alfombras cortados para la ocasión. Si la intención es hacer las cosas bien, una vez tomadas las medidas se pueden mandar a ojalar para que calcen perfectos en las estacas, lo que evitará que se corran y tropecemos. Otra alternativa es adquirir diseños especiales que venden algunas tiendas, y que ya vienen con ojales colocados, aunque las medidas no siempre coinciden. Un detalle: si se trata de alfombras de tela, en caso de lluvia habrá que guardarlas para evitar que acumulen agua; de dejarlas colocadas, serán útiles para limpiarnos los pies del barro. Luego habrá que esperar a que sequen, cepillarlas y guardarlas hasta el próximo campamento.

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Cuadrados de goma encastrables. Los venden las jugueterías para colocar en el piso de las habitaciones de los chicos, en las salas de juego de peloteros y hasta en  jardines de infantes. Son pocos los que pensaron en armarlos en el interior de la carpa para dormir más mullidos y aislados del frío y las deformaciones del suelo. En nuestro país la mayoría de los modelos que se consigue es de 50 x 50 o 100 x 100 cm, y de 11, 16 o 23 mm de espesor. Pesan la nada misma, aunque sí son voluminosos. Lo bueno es que pueden cortarse a medida para cubrir todo el piso de la carpa, lo que generará mayor sensación de comodidad que los aislantes individuales pero, a diferencia de éstos, transportarlos en una mochila es casi imposible. Si el suelo está parejo también pueden usarse afuera, en reemplazo de las alfombras del tip anterior.
Flota flota. Tropezarse con los vientos de la carpa es un clásico. Por más atención que le prestemos a la situación, alguna vez todos nos hemos llevado por delante estas cuerdas que  mantienen estirada la carpa. El problema no es que el viento se afloje o rompa (muy poco probable), sino que nos caigamos y lastimemos, más aún de noche cuando verlos se complica. Para evitarlo, la solución más sencilla es llevar flotadores de pileta, de esos que utilizan los chicos. En general, son tubos cilíndricos de espuma de poliuretano, de siete centímetros de diámetro, longitudes variables (más de un metro) y llamativos colores, a los que hay que realizarles un medio tajo longitudinal para calzarlos sobre la cuerda. A falta de ellos, la alternativa de reemplazo son los aislantes de caños de aire acondicionado que se utilizan en el hogar, por lo general en color celeste o gris.
Farol improvisado. El mercado de luces para uso interior y exterior en campamento creció de manera exponencial los últimos años: LED, solar, colgante, de pie y un largo etcétera. Si se trata de optimizar recursos, una alternativa que da resultado, aunque no llega a ser el mejor farol, es tomar un bidón transparente de cinco litros (del estilo de los de nafta o agua destilada), llenarlo de agua y sujetarle alrededor una linterna frontal con la luz apuntando hacia el interior. Esta luz refractará iluminando tímidamente el ambiente. Es poco probable que alcance para leer, pero al menos servirá para moverse en el interior de la carpa. 

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Organizador. Para no perder nada, mantener el orden es fundamental en el campamento. Y para ello hay múltiples opciones, entre la que recomendamos los necessaires  de baño, que son enrrollables, pero que al desenvolverlos pueden colgarse de alguna parte de la carpa. Llevar varios permitirá mantener ordenados no sólo los elementos de higiene personal, sino también cubiertos, cargadores, medicamentos, condimentos de cocina y todo aquello de medidas acordes que se nos ocurra.

El secreto de la vela

Cuidar todos los cierres de la carpa es fundamental para estar protegidos de agua, viento, tierra e insectos. Mantenerla cerrada da sensación de seguridad. Si en algún momento notamos que cualquiera de los cierres se traba o pone duro, no hay que forzarlo, sino retroceder y pasarle vela o jabón para engrasarlo e intentar que deslice más suavemente. Verificar que donde se traba no haya hilos sobrantes o alguno de los dientes de la cremallera no se haya doblado. En este último caso, intentar enderezarlo suavemente.

 

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Marcelo Ferro

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