Su genética les pide correr varios kilómetros diarios y están adaptados a bajas temperaturas. Foto: Weekend

Pablo Germann tiene 90 perros descendientes del lobo ártico domesticado por esquimales chukchis en la estepa siberiana. Foto: Weekend

A la nieve sin esquíes

A toda velocidad con los descendientes del lobo ártico

Desde el centro de esquí Cerro Chapelco, en San Martín de los Andes, realizamos un paseo en trineo por hermosos bosques nevados.

Por Julián Varsavsky

“¡Hop Hop Ok!”, dice Pablo Germann y los perros arrancan con el trineo a cuestas desde una cabaña de troncos en el centro de esquí Cerro Chapelco, de San Martín de los Andes (Neuquén). Nos internamos en un bosque con lengas cargadas de nieve hasta en sus más finas ramitas. Paseamos media hora a toda velocidad, Pablo grita “¡Ohhhh!” y la obediente jauría se detiene: propone silencio en el bosque níveo, cumplido incluso por los perros.

Nos cuenta que aprendió su oficio en la Antártida y tiene 90 perros descendientes del lobo ártico domesticado por esquimales chukchis en la estepa siberiana: “Nacieron para esto y los tengo en caniles con cama de pasto bajo techo; su genética les pide correr varios kilómetros diarios y están adaptados a bajas temperaturas”. Pero los perros están ansiosos: ahora tironean y aúllan por volver a correr. Andamos a los saltos otra vez por las ondulaciones y la nieve me salta en la cara, mientras veo a los perros y a su musher –ese eslabón perdido con el hombre primitivo de las estepas– en su estado más salvaje: una ruidosa pero controlada jauría en estado de felicidad.

También hay excursión en trineo con perros en Caviahue a $ 1.500 la hora y en Tierra del Fuego (Valle de Lobos a $ 1.900 y Excursiones en Ushuaia; $ 3.500). En San Martín de los Andes cuesta $ 4.000, con Bosque de los Huskies.

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