El mate es parte de la cultura argentina y, desde 2013, oficialmente reconocido como la “infusión nacional” Foto: Weekend

En todo el mundo existen grandes esculturas de Cristo, pero la de Diamante está representado con una red de pesca en sus manos. Foto: Weekend

Con el tiempo esta estatua dejo de ser la única y otras más se puedan encontrar en toda la ciudad. Foto: Weekend

En nuestro país existe casi una decena de homenajes al mate. Foto: Weekend

En la esquina de las calles Mate de Luna y Pellegrini, quienes visiten la ciudad se podrán encontrar con una escultura de un señor con un sándwich entre sus manos. Foto: Weekend

Curiosidades

Los monumentos más raros de Argentina

Homenajes al sándwich de milanesa o al mate, son solo algunas de las obras más originales que se pueden encontrar en nuestro territorio.

Por Patricia Daniele

Booking.com identificó algunos monumentos muy curiosos de la Argentina para descubrir si pasás Tucumán, Santa Rosa, Pontevedra, Bragado, Misiones o Pehuajó, entre otros lugares. Todos dueños de las historias más curiosas.

Homenaje al sándwich de milanesa – Tucumán: con papas fritas o con puré, napolitana, a caballo, al plato o en sándwich, la milanesa definitivamente se encuentra en el top tres de los platos favoritos de los argentinos. Para quienes disfruten más de la milanesa al paso, la ciudad de San Miguel de Tucumán es el destino a visitar. Los lugareños reconocen al sándwich de milanesa como uno de sus platos favoritos y que hace a la gastronomía típica del lugar, incluso lo veneran con su propio monumento.

En la esquina de las calles Mate de Luna y Pellegrini, quienes visiten la ciudad se podrán encontrar con una escultura de un señor con un sándwich entre sus manos. Esta obra, de más de 2 metros de alto, fue creada por el artista local Sandro Pereira. Además del monumento, los tucumanos homenajean a la milanesa cada marzo con la celebración de la “Expo Milanga”, celebrada en honor a uno de los precursores del sándwich de milanesa como comida típicamente tucumana.

Monumentos al Mate: el mate es parte de la cultura argentina y, desde 2013, oficialmente reconocido como la “infusión nacional”. Descubierto por los antiguos pueblos guaraníes, la tradición de tomar mate fue transmitida a los colonizadores españoles y portugueses, adoptada como bebida tradicional en Paraguay, Uruguay, Argentina, Bolivia y parte de Chile y Brasil. En nuestro país existe casi una decena de homenajes al mate, uno de ellos se encuentra en la ciudad de Santa Rosa, provincia de La Pampa y fue construido en 1971.

A otro lo podemos encontrar en Pontevedra, provincia de Buenos Aires. Este monumento fue construido en 1974 por encargo de la familia Vázquez, con el objetivo de imitar la figura en Santa Rosa. Bragado, otra ciudad bonaerense también cuenta con su propio homenaje, creado por los vecinos para celebrar el centenario del barrio Villa Elba.

En Misiones, una de las principales provincias productoras de yerba mate y donde residían los pueblos guaraníes, tiene varios monumentos: uno en Apóstoles, donde también se celebra la Fiesta Nacional de la Yerba Mate; en Posadas está estatua al Cebador de Mate y el monumento al Comandante Andrés Guazurarí (militar y caudillo argentino, de origen guaraní) cuya fecha de nacimiento fue instituida como el Día Nacional del Mate.

Homenaje a Manuelita – Pehuajó: si hay algo que la mayoría de los argentinos conoce es la historia de Manuelita, esa tortuga que abandonó su ciudad natal de Pehuajó y se machó hacia Paris, tal y como relata la canción creada por María Elena Walsh. Todos asocian a Pehuajó con Manuelita así que, para recordar a la tortuga que los puso en el mapa, construyeron allí una estatua en su honor que se convirtió en una parada obligada para las familias que pasaban por la zona. Con el tiempo esta estatua dejo de ser la única y otras más se puedan encontrar en toda la ciudad.

Cristo Pescador – Entre Ríos: en todo el mundo existen grandes esculturas de Cristo, pero la de Diamante está representado con una red de pesca en sus manos. La escultura tiene doce metros de altura y pesa catorce toneladas. La idea fue de una de las monjas del Centro San Roque, para destacar la actividad pesquera de la ciudad. La escultura estuvo a cargo del artista uruguayo Andrés Miraul, fue inaugurada en 2006 y en su base se encuentra una fuente emanando agua.