La pesca de grandes panzones se extenderá todo el mes, siempre dependerá del clima y, para tener éxito, de saber leer el mar. Foto: Cristian Navarro.

La pesca de grandes panzones se extenderá todo el mes, siempre dependerá del clima y, para tener éxito, de saber leer el mar. Foto: Cristian Navarro.

La pesca de grandes panzones se extenderá todo el mes, siempre dependerá del clima y, para tener éxito, de saber leer el mar. Foto: Cristian Navarro.

Es uno de los pesqueros que más cañófilos atrae en el último tiempo, con un rinde que es bueno todo el año. Foto: Jorge Virgilio

Es uno de los pesqueros que más cañófilos atrae en el último tiempo, con un rinde que es bueno todo el año. Foto: Jorge Virgilio

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Lo que se viene: pejerreyes panzones en la costa bonaerense

Es una de las figuritas difíciles en la playa y tiene lugares que no suelen fallar con su captura. Claves para estar preparados e ir por ellos.

Por Jorge Virgilio

Siempre es bueno anticiparse a las especies que serán un imán para el pescador y si pensamos en un mes de agosto que se acerca, no podemos dejar de hablar del pejerrey panzón, un pez que arranca a brindar alegrías a los aficionados en estos tiempos, aunque ya en algunos puntos bonaerenses se está dando en las últimas semanas, tal es el caso de Bahía San Blas o Miramar, un punto clave para buscarlos en pesqueros más cercanos. 

Entre varios lugares destacados para pescar esta especie es el sur de la provincia de Buenos Aires aparece el balneario La Chiquita. Allí el pejerrey panzón ingresa en el último tramo de julio y, especialmente, a mediados de agosto. Este pez mantiene su presencia firme hasta mitad o finales del mes de octubre. Es clave encontrar los sitios donde está la especie, ya que mientras algunos aficionados pueden concretar pescas memorables, otros directamente no tienen actividad, incluso, hay pescadores que se meten dentro del agua para ganar distancia en los tiros, y no se dan cuenta de que a sólo 20 metros puede estar el pique. Usualmente se los pesca en los bancos de arena, que hay muchos y cambian constantemente por efectos del mar, lo que nos obliga a aprender a leer el agua o a valernos de un buen lugareño.

Cañas, reels y líneas

Los equipos no tienen mucha historia. Cañas varas o telescópicas de 4,20 a 4,50 m y líneas muy simples, tradicionales de fondo. Se arman sobre una madre de 0,60 mm, o a la misma salida del chicote, con tres anzuelos Nº 1/0 en bajadas de 0,50 mm de diámetro y 90 cm de longitud. Acompañan plomos del tipo satélite de 140 a 150 gramos y se encarna con anchoa, camarón y magrú, siempre cebando para mantener al cardumen a tiro de caña.

Accesos al pesquero

Para llegar a La Chiquita, tras pasar Bahía Blanca se sigue por la RN 3, se supera Mayor Buratovich, y apenas dos kilómetros después, en el 781, encontramos el camino de ingreso a este calificado pesquero marítimo que tiene un acceso de tierra en muy buen estado, al menos en este momento. Son 65 km de huella consolidada que nos llevan hasta La Chiquita. El lugar es muy tranquilo, tiene una proveeduría denominada La Guarida, cabañas en alquiler y un camping muy cuidado, con luz, baños, agua potable y fogones. Incluso, hay un guía que brinda el servicio de pesca de costa, Mauro Brilloni, quién conoce muy bien todos los secretos de los panzones de La Chiquita.

Sin dudas, la posibilidad de los panzones es una de las alternativas que podemos analizar a la hora de pensar en próximas salidas al mar, más en tiempos donde las chances con otras especies no abundan. 

Servicios:

  • Mauro Brilloni. Pesca con Mauro. Tel.: (0291) 4400022.

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