La clave está en emplear equipos livianos para capturar a esta especie que prefiere zonas rocosas. Foto: Jorge Virgilio

La clave está en emplear equipos livianos para capturar a esta especie que prefiere zonas rocosas. Foto: Jorge Virgilio

La clave está en emplear equipos livianos para capturar a esta especie que prefiere zonas rocosas. Foto: Jorge Virgilio

La clave está en emplear equipos livianos para capturar a esta especie que prefiere zonas rocosas. Foto: Jorge Virgilio

La clave está en emplear equipos livianos para capturar a esta especie que prefiere zonas rocosas. Foto: Jorge Virgilio

ACTIVOS EN EL SUR

El sargo, la atracción de los pedregales

No son de grandes portes, pero se convierten en un rival digno de tener del otro lado de la línea. Ya empezaron a picar y pueden ser una gran alternativa en la playa. 

Por Jorge Virgilio

Aunque en las costas bonaerenses sus mejores momentos arrancan a fin de mes, y principalmente, en noviembre, ya tenemos noticias de nuestros amigos rionegrinos, quienes ya empezaron a pescar sargos y disfrutan de una combativa especie, con una relación peso – potencia digna de probar alguna vez.

Al sargo se lo suele ubicar en los extensos pedregales que encontramos en nuestro litoral marítimo, lugares donde la especie consume pequeños crustáceos, algas y mejillones, y extiende su temporada hasta mediados de abril. Intentar su pesca nos obliga a utilizar equipos más rústicos por estar en una constante lucha con las piedras que se quedarán con gran parte de nuestro arsenal. Los que saben, nos recomiendan el uso de reels cargados con nylon grueso, alrededor de 0,45 mm a 0,50 mm, sin chicote y líneas armadas en una madre de 0,60 mm con uno o dos anzuelos y un fusible en el plomo de nylon más fino. La simpleza minimiza el enganche, por lo que cada accesorio que evitemos, será mejor. Incluso muchos usan un simple lazo para las bajadas cortas en una medida aproximada que va de 0,30 a 0,35 mm, y rematadas de un anzuelo del N.º 3 al 5 que trataremos que sea blando para enderezarlo si es necesario.

Se encarna con camarón, preferentemente sin cola ni cabeza, con cáscara y patas. Si tenemos mucha actividad y está a poca distancia no conviene atarlos para pescar más rápido. Esporádicamente se pesca con una boya en el inicio de la línea. El plomo varía entre los 80 y 150 gr, tanto tradicionales como cualquier otro elemento que reemplace al mismo, ya que como dijimos: se pierde más de lo que se gana.

Contábamos que ya están picando en las costas rionegrinas, y ese dato viene de nuestro referente en la zona de Las Grutas, Jorge Duran, de Costa Pirata, ese emblemático comercio del ramo que brinda al cañófilo todo lo que necesita para esta pesca. Según nos decían, la presencia del sargo complicó un poco la actividad del pejerrey, tanto del blanquito, como le dicen al escardón, como el corno, ya en pronta retirada. Lo están pescando con camarón o langostino, sin colorear, y con aparejos de fondo. Sin dudas, una excelente alternativa que se suma al robalo, los pejes y los primeros gallos que se están dando bien adentro. 

Otra especie más para poner en la agenda e intentar su pesca si estamos en sitios acordes, como pueden ser los buenos pedregales de Necochea, Claromecó, San Cayetano o, por que no, las bellas playas rionegrinas que, al igual que con el corno en su momento, dieron con el puntapié inicial para su pesca. 

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