Más exitoso que nunca, el pesquero de Mar Chiquita regala piezas de lisas que resultan sorprendentes tanto en su porte como en la pelea que otorgan. Foto: Gabriel López Rivera

Más exitoso que nunca, el pesquero de Mar Chiquita regala piezas de lisas que resultan sorprendentes tanto en su porte como en la pelea que otorgan. Foto: Gabriel López Rivera

Más exitoso que nunca, el pesquero de Mar Chiquita regala piezas de lisas que resultan sorprendentes tanto en su porte como en la pelea que otorgan. Foto: Gabriel López Rivera

Más exitoso que nunca, el pesquero de Mar Chiquita regala piezas de lisas que resultan sorprendentes tanto en su porte como en la pelea que otorgan. Foto: Gabriel López Rivera

Más exitoso que nunca, el pesquero de Mar Chiquita regala piezas de lisas que resultan sorprendentes tanto en su porte como en la pelea que otorgan. Foto: Gabriel López Rivera

Más exitoso que nunca, el pesquero de Mar Chiquita regala piezas de lisas que resultan sorprendentes tanto en su porte como en la pelea que otorgan. Foto: Gabriel López Rivera

Más exitoso que nunca, el pesquero de Mar Chiquita regala piezas de lisas que resultan sorprendentes tanto en su porte como en la pelea que otorgan. Foto: Gabriel López Rivera

Lagunas saladas

Donde los grandes trofeos se hacen realidad

Enormes lisas en la laguna de Mar Chiquita. Enigmática y difícil especie que en este sector de la costa atlántica bonaerense se pescan frecuentemente. Por: Gabriel López Rivera.

A las 8:00 nos estaba esperando el experimentado guía Matías Elia y Pablo Gaudioso, el encargado del pesquero. La laguna en este momento se encuentra con bajo caudal, lo cual es un problema para la navegación.

En este caso abordamos un deslizador, tipo de embarcación que nos permitió surcar las aguas con comodidad. Buscamos un día nublado con viento fresco, predominantemente llegado desde el sur, lo que hace ingresar a la albufera más agua desde el mar y permite encontrar aguas de mayor transparencia.

Primero probamos en la bahía, a la derecha del pesquero donde luego de dos horas solo tuvimos un pique fallido.

Decididos a buscar otra zona de pesca, Matías puso en marcha el motor Volkswagen Gol que potencia las aspas del deslizador y navegamos hasta la Rinconada en la zona norte de la laguna, aquí las lisas dejaban signos de sus desplazamientos pero se hacían rogar.

Recién a las 14:00 tuvimos el primer pique, ¡y qué pique! Al final resultó ser la lisa más grande, tenía la caña apoyada en la embarcación y se sacudió fuertemente dos veces, o sea mordió sola. Inmediatamente agarré la caña antes de que saliera de la borda y clavé; la respuesta fue fabulosa, una enorme lisa salió disparada como un misil pasando por arriba de la línea de Javier, la estrella del reel sonaba permitiendo la salida del multifilamento y evitando el corte, no había forma de dominarla, primero pasó por la proa hacia atrás y luego pasó por delante de la embarcación. Pura potencia. Después de varias corridas, pudimos obtener esta enorme ojona que estuvo cerca de los 3 kilos de peso.

Después de este emocionante éxito, no tuvimos más respuesta y el guía nos llevó a la bahía a la izquierda del pesquero. Al ver que el agua estaba sucia, volvimos a la zona donde comenzamos la pesca, aquí el agua se mantenía limpia y se veía mucha lisa.

Ni bien cayeron las boyas, otra vez tuvimos muchos piques pero de lisas pequeñas, mezclados capturamos dos lisones hermosos y hasta un doblete que obtuvo Matías. La verdad que pocos pesqueros tienen la bondad de entregarnos un doblete de lisas.

El pique se terminó cortando, observamos que las lisas se movían más lejanas a nuestra posición. Decidimos desanclar la embarcación para dejarla derivar algunos metros y volver a tenerlas a tiro de caña.

Un factor clave es siempre lograr buenas distancias en el lance. Para ello, primero estiramos toda la línea hacia atrás para luego realizar el tiro, siempre con viento a favor, los aparejos que caen en lugares alejados casi siempre tienen más chance de éxito.

De esta manera, obtuvimos cuatro lisas muy grandes (entre 2 y 3 kilos), esas chanchas que son características de este ámbito y que todo pescador quiere medirse en franca lucha. Simplemente inolvidables.

Cada vez más pescadores se vuelcan a probar suerte con las difíciles lisas y la mayoría quiere volver, signo claro de que no solo encuentran al rival más rápido y poderoso de las lagunas, sino que también Mar Chiquita nunca defrauda, siempre y cuando vayan con guías avezados.

Los equipos que utilizamos fueron: cañas de 4,20 metros, reeles frontales cargados con multifilamento de 0,14 mm, boyas del tipo aceituna blancas y anzuelos nº2 pata corta. Se coloca el anzuelo sobre un mosquetón con esmerillón sobre la madre (o sea sin brazolada). La carnada que dio resultado fue panza de lisas coloreada de rojo a la cual se le agrega purpurina.

 

Datos útiles. Matías Elia (guía de pesca). Móvil: 0223-156223724.