La noche es el momento en el que los árboles pegan el estirón. Foto: weekend

La fotosíntesis tiene lugar a medida que empieza a oscurecer y, sobre todo, durante la noche. Foto: Weekend

Los investigadores analizaron los datos registrados a lo largo de 8 años en 170 árboles de 7 especies comunes ubicados en 50 localidades de Suiza Foto: Weekend

SORPRENDENTE

Los árboles mueren de pie, pero crecen de noche

Así lo revela un estudio llevado a cabo por un grupo internacional de investigadores en el que analizaron los datos registrados a lo largo de 8 años en cientos de ejemplares de siete especies arbóreas ubicadas en diferentes localidades de Suiza. ¿A qué se debe?

Si bien para poder desarrollarse los árboles generan nuevas células utilizando los hidratos de carbono que producen mediante la fotosíntesis, este proceso tiene lugar a medida que empieza a oscurecer y, sobre todo, durante la noche, debido, fundamentalmente, al nivel de sequedad del aire.

Así lo afirma un estudio recientemente publicado en News Biologist, que fue llevado a cabo por un equipo internacional de investigadores dirigido por Roman Zweifel, del Instituto Federal Suizo de Investigación Forestal, de la Nieve y del Paisaje (WSL).

Para llevar a cabo el trabajo, los científicos analizaron los datos registrados a lo largo de 8 años en 170 árboles de 7 especies comunes ubicados en 50 localidades de Suiza que integran TreeNet, una red en la que los cambios en el radio del tallo de los árboles se han medido de forma continua utilizando dendrómetros puntuales de alta precisión en paralelo con información sobre la sequedad del aire (déficit de presión de vapor, VPD) y del suelo (potencial hídrico del suelo) en los bosques suizos desde 2011.

Los datos obtenidos revelaron que la probabilidad de crecimiento de los árboles varía significativamente a lo largo de las 24 horas de un día, por lo que los especialistas llegaron a la conclusión que la humedad del aire desempeña un papel fundamental ya que permite el crecimiento de los árboles, principalmente durante la noche.

“La mayor sorpresa para nosotros fue que los árboles crecían incluso en condiciones de suelo moderadamente seco, cuando el aire era suficientemente húmedo. Por el contrario, el crecimiento seguía siendo muy escaso cuando el suelo estaba húmedo, pero el aire era seco”, afirmó Roman Zweifel, autor principal del  estudio.

Además, los científicos descubrieron que el nivel de sequedad del aire que reduce notoriamente el crecimiento del tallo es mucho  menor que el conocido para cerrar los estomas del árbol y, por ende, para frenar la fotosíntesis.

“En otras palabras, los árboles dejan de crecer antes de que se inhiba la fotosíntesis, lo que podría explicar el porqué si bien en ambientes secos los árboles parecen almacenar carbohidratos apenas crecen”, concluyó Zweifel.

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