Una modalidad que invita a explorar y correr los límites, que permite ir más allá de la zona de confort. Foto: Weekend

Las alforjas, un clásico entre los amantes de las largas distancias y los viajes en bici tradicionales. Foto: Weekend

Equipo de bickepacking completo, con menor carga por bolso (40 litros totales). Foto: Weekend

Equipo de cicloturismo clásico, con mayor carga por bolso (136 litros totales). Foto: Weekend

Nuestra configuración actual nos permite recorrer huellas o senderos técnicos con gran comodidad, llevando lo necesario para unos 10 días. Foto: Weekend

El cicloturismo nos permitió vivir la aventura con otros tiempos, disfrutando también de hermosos y complejos caminos de ripio. Foto: Weekend

Aquí un descanso en la Ruta 40. Es importante contar con alforjas cómodas y un tráiler con mucha agua y equipo extra. Foto: Weekend

Hoy en día se pueden realizar cosas impensadas, como llevar una bici en la espalda durante algunos kilómetros. Foto: Weekend

CAMINO A UN LARGO VIAJE

¿Bikepacking o cicloruismo?: qué modalidad elegir según la aventura a vivir

El mundo de los viajes en bici va creciendo y ampliando sus posibilidades. Cuándo es más recomendable el bikepacking que el cicloturismo. Y viceversa.

Por Marisol López

Desde hace algunos años, los viajes en bici fueron ampliando sus formas y posibilidades, lo cual fue acompañado por nuevas tecnologías y equipamiento específico para los diferentes formatos que comenzaron a entrar en escena: combinar bici con montañismo o trekking, plantear viajes fuera de ruta, realizar grandes distancias en formato Non Stop (en tiempo récord y parando lo menos posible) son algunas de las alternativas que muchos comenzaron a plantearse al momento de planificar una nueva travesía en bicicleta. Sumando a los clásicos viajes de cicloturismo en los que generalmente se viajaba por rutas transitables, con carga pesada y el objetivo de ir lento disfrutando del contacto con el lugar y las culturas, otros un poco más técnicos y deportivos, en los que el equipo puede llegar a jugar un factor casi fundamental para su realización y para los cuales la modalidad bikepacking brinda grandes ventajas. Por eso la idea de esta nota es contarles cuáles son las principales diferencias entre estas dos modalidades y qué posibilidades nos brinda cada una de ellas.

Cicloturismo

Es la más antigua y que hasta hace algunos años reinaba los viajes en bici. Generalmente, se utilizan transportes de aluminio o cromoly, con alforjas o carrito y componentes como frenos V Brake, manubrio mariposa, guardabarros o mazas rohloff.  El objetivo de esta modalidad generalmente son los viajes largos, donde lo importante, tanto en la bici como en sus componentes, son la durabilidad y la facilidad de poder repararlas o encontrar repuestos en cualquier lugar y donde el volumen y el peso de la carga no tienen gran relevancia, ya que se le da más importancia a la comodidad de viajar con una minicasa a cuestas.


Es además un concepto de viaje: habla del vivir arriba de una bici, de los grandes travesías o vueltas al mundo, de ir lento disfrutando de los paisajes y las culturas, de ir por lugares transitables y accesibles para la bicicleta.
Para qué tipo de viaje serían más convenientes: largos, por caminos  mayormente pedaleables y sin grandes dificultades técnicas; travesías en las que el peso y el volumen no sean una limitante y brinden mayor comodidad; viajes donde sea necesario llevar grandes cantidades de agua o comida y sea más práctico resolverlo con alforjas o en los que contemos con equipo de mucho volumen (carpa, bolsas de dormir, ropa poco técnica o de mayores dimensiones).

Bikepacking

Es una modalidad nueva que abrió las posibilidades y formas de viaje. Generalmente se utilizan bicis de cromoly, aluminio, carbono o titanio, con bolsos específicos pequeños, que se adaptan a la geometría de la bici, ruedas anchas o finas (2.3, midfat, fatbike, gravel), frenos a disco o hidráulicos, carpa, bolsas de dormir, indumentaria y equipo de menor volumen, más liviano y técnico. En muchas ocasiones también se agrega una mochila.
El objetivo de esta característica está más ligado a la aventura y el desafío, donde el volumen y el peso de la carga pueden resultar limitantes.


También el bikepacking es un concepto de viaje: llevar solo lo justo y necesario, aprender a ser más prácticos y minimalistas para lograr andar más livianos y cómodos. Poder realizar travesías más técnicas por lugares y terrenos con mayores grados de dificultad o trazados ágiles y veloces, haciendo grandes distancias en el menor tiempo posible. Explorar nuevas rutas que nunca se hicieron ni se imaginaron. Adentrarnos más profundamente en geografías vírgenes y salvajes. Correr los límites. Explorar.
Para qué tipo de viaje sería conveniente: cortos y puntuales, donde no sea necesario cargar demasiado equipo; por terrenos más complejos y técnicos; off road (fuera de ruta) o Non Stop (parando lo menos posible); viajes en los que lleguemos constantemente a pueblos o ciudades para abastecernos o dormir, y en los que podamos llevar una carga mínima; travesías en las que el peso o el volumen sean un factor limitante.


Sin embargo, también es necesario aclarar que ambas modalidades tienen un sinfín de variantes y, en muchos casos, suelen intercalarse una con la otra, combinando el equipo y las posibilidades que nos brindan de las maneras más variadas. Por eso es importante entender que, según la experiencia individual que cada uno vaya adquiriendo, el equipo irá variando y adaptándose con el tiempo. No hay una forma o modalidad correcta de viajar o un esquema puntual que seguir. El mundo de los viajes en bici va creciendo y ampliando sus posibilidades porque, precisamente, hay tantas maneras distintas de viajar como personas. El desafío entonces será encontrar la que mejor se adapte a nosotros, a nuestras posibilidades y al viaje que nos planteamos.