1. El reloj astronómico de Praga (República Checa): Original de la Edad Media, está conformado por dos círculos. El inferior marca los meses del año, mientras que en el superior se representan las órbitas del sol y la luna. A los lados de estos hay una serie de particulares personajes: un esqueleto, que representa la muerte; un hombre con un espejo, figura de la vanidad; y un hombre de piel morena, en referencia a las invasiones turcas. Los 12 apóstoles desfilan en la parte superior cuando el reloj da la hora.
2. El Big Ben de Londres (Inglaterra): Bautizado como Great Bell, los londinenses comenzaron a llamarlo Big Ben en honor de Benjamin Hall, político e ingeniero. La torre se levantó tras el gran incendio de Londres que afectó al palacio de Wenstminster. Fue inaugurado en 1859 con el primer sonido del reloj, que ni siquiera durante los bombardeos alemanes de la Segunda Guerra Mundial ha dejado de marcar la hora.
3. El Ayuntamiento Nuevo de Múnich (Alemania): Uno de los edificios más hermosos de la ciudad. La torre principal cuenta con un carillón con figuras a tamaño real. A las once y doce de la mañana, y también a las cinco de la tarde durante los meses más cálidos, los personajes bailan representando varios episodios de la historia de Múnich.
4. La torre Spásskaya (Rusia): Esta edificación es la más importante del Kremlin de Moscú. Su edificación se remonta al siglo XV, dos siglos más tarde se la amplió y alcanzó los 70 metros de altura. A mediados del siglo XIX se instaló un reloj de cuatro caras y un carillón. La puerta de la torre es la principal entrada al Kremlin y por ella han pasado importantes dignatarios y embajadores.
5. La rueda del tiempo de Budapest (Hungría): Se construyó para conmemorar el ingreso del país a la Unión Europea en 2004. Sus materiales, acero, granito y vidrio, fueron seleccionados para representar la durabilidad del tiempo. A diferencia de otros relojes, no marca la hora, sino que cuenta los años. Cuando se acerca a las doce de la noche del último día del año, cuatro personas se encargan de girar la rueda para que vuelvan a caer los granos de su interior. Esta tarea dura unos 45 minutos y se hace de manera manual para recordar el esfuerzo del ser humano durante épocas pasadas.
6. El reloj de la Puerta del Sol (España): Lleva marcando la hora en la ciudad de Madrid desde hace más de 150 años. Fue creado por José Rodríguez Losada, quien previamente participó en la fabricación del Big Ben. En 1866 donó el actual reloj de la Puerta del Sol.
7. El reloj de la Quinta Avenida (Estados Unidos): Desde 1909, en el número 200 de la Quinta Avenida de Nueva York, viene marcando la hora un hermoso y sofisticado reloj de estructura dorada. Se destaca su inusual columna que sostiene la cabeza del reloj, una esfera rodeada por una guirnalda dorada. Su elaboración es responsabilidad de la fábrica Hecla Iron Works, que la construyó siguiendo el estilo clásico francés que gobierna la arquitectura de esta avenida.
8. Comayagua (Honduras): En la catedral de Comayagua, antigua capital de Honduras, se encuentra el reloj mecánico más longevo de América. Entre sus rasgos más curiosos se destaca su número cuatro, que aparece representado –en números romanos– como IIII en lugar de IV, fórmula empleada antes del año 1300. Además, las marcas en su estructura corroboran que el hierro fue cincelado y no fundido.
9. El reloj del Jardín Inglés (Suiza): Se instaló en Ginebra en 1955, para honrar a Suiza como el país de los relojeros. Su característico estilo floral está compuesto por 6.500 flores. Mide cinco metros de diámetro y el mosaico que forma se modifica cuatro veces al año, para el cambio de estación. Las agujas también varían su color según la floración y la segundera está considera la más larga del mundo, con 2,5 metros de longitud. Es tan preciso como cualquier otro reloj suizo, pues está controlado de manera electrónica.
10. El reloj de San Marcos (Italia): En la plaza de San Marcos, Venecia, se alza un singular reloj del siglo XVI, el cual está con conformado por tres esferas: una marca las horas, otra las lunas y soles, y la tercera los símbolos del zodiaco. Esto permitía a los marineros conocer las mareas y el mejor momento en el que salir al mar.
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