Pejerreyes con mosca en la tosquera Don Alberto

El pejerrey es, sin duda, la especie más popular entre los pescadores deportivos, un desafío que invita a desplegar la técnica más exigente y gratificante: la pesca con mosca. En esta ocasión, gracias a las enseñanzas de Juan Urban, hoy aplicamos en las aguas cristalinas de una tosquera, exploramos este arte. La laguna se encuentra en el "Complejo Ecoturístico Don Alberto", en el partido de Cañuelas, a 48 km de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Cuenta con dos espejos de agua, uno de 9 y otro de 11 hectáreas, alcanzando una profundidad máxima aproximada de 30 m. En este entorno, comprender las fluctuaciones del pejerrey es crucial, ya que su ubicación varía considerablemente, oscilando entre las profundidades y la superficie. Factores como el viento, la temperatura, los cambios de presión atmosférica y otras variables, incluyendo teorías como los ciclos lunares, influyen en su comportamiento.

Las jornadas más propicias para la pesca con mosca son aquellas con vientos suaves o nulos, cuando los cardúmenes ascienden a la superficie, permitiéndonos observarlos e intentar la captura a pez visto. Con movimientos sigilosos, y utilizando motores eléctricos para desplazarnos con cautela sobre el agua, rastreamos la presencia de los pejerreyes. El equipo ideal consiste en una caña n° 3, con un líder de aproximadamente 1.30 m, confeccionado con nylon de 0.50 a 0.20 mm. Las ninfas y los gusanitos son efectivos, pero la estrella de la jornada suele ser la legendaria mosca Gold Ribbed Hare's.

En una jornada afortunada, Juan pescó 50 pejerreyes en tan solo 3 horas. Este evento, capturado en vídeo y publicado en su canal de YouTube, ilustra bien su experiencia. Juan, generoso con su conocimiento, está disponible para consultas y comentarios en su canal, donde comparte su pasión por el fly cast. Él insiste en que la clave para diferenciarse es estudiar el agua a fondo, analizar las variables y aprender de los errores para, en definitiva, descifrar el comportamiento de las especies.

El pejerrey, un pez cazador, es particularmente competitivo por la comida. Cuando se encuentra en cardumen, se siente más seguro y agresivo. A menudo, un pejerrey solitario se muestra desconfiado: puede acercarse a la mosca hasta la embarcación y, aun así, rechazarla. Sin embargo, cuando forman cardumen, su comportamiento cambia radicalmente. La competencia por el alimento los envalentona, superando su desconfianza y llevándolos a tomar el señuelo con decisión. Para aprovechar esta conducta, Juan recomienda lanzar lejos, en dirección al sol, desde la embarcación, para que el reflejo ciegue temporalmente a los pejerreyes. En días nublados, aconseja agacharse para minimizar la silueta, ya que estos peces tienen una excelente vista y están constantemente alerta ante depredadores aéreos como biguás y patos. 

Un aspecto crucial es el “strepeo” o recogida de la mosca. Se debe hacer de forma corta y rápida, variando el ritmo con frenadas y aceleraciones. Incluso, a veces, es útil dejar que se hunda y observar. Si vemos que el pejerrey persigue la mosca con velocidad, el truco es frenarla. En ese momento, es muy probable que el pez choque con ella y la capture con su boca protráctil, la cual proyecta hacia adelante durante la persecución.

La majestuosidad del agua se manifiesta en ríos, lagunas, arroyos, el mar... e incluso en esta tosquera. Este espejo de agua, excavado por el hombre para extraer tosca -materia prima esencial en la construcción de obras como carreteras-, revela la fuerza de la naturaleza. Las napas subterráneas brotan desde el fondo, creando formaciones singulares que, en armonía con la intervención humana, dan lugar a entornos excepcionales. Sus aguas cristalinas y el paisaje de barrancas, que ofrecen refugio contra el viento, configuran un ámbito ideal para la pesca deportiva. Una técnica de pesca distinta, apasionante, aunque poco conocida con esta especie. Pero una vez que se prueba y se alcanza el éxito, es difícil resistirse a volver.