Sorpresa: encuentran restos fósiles de un tigre dientes de sable en el pozo de una casa de Ezeiza

Un vecino del partido bonaerense de Ezeiza se llevó la sorpresa de su vida al encontrar en un pozo ubicado el fondo del terreno de su casa una serie de restos fósiles pertenecientes a un tigre dientes de sable.

Según relató Marcelo Sena al diario El sur, el increíble hallazgo tuvo lugar mientras se encontraba haciendo un pozo ciego en el fondo del terreno de su casa ubicada en el barrio Villa Golf, de la localidad de Unión, partido de Ezeiza, con el propósito de tratar de encontrar agua en el fondo de las napas.

Cuando llevaba aproximadamente cavados unos 5 metros, de pronto, se encontró con la inesperada presencia de unos huesos que le llamaron poderosamente la atención, por lo que se puso en contacto con la Municipalidad de Ezeiza para ponerlos al tanto de su hallazgo.

Así fue que, en cuestión de pocas horas, la directora del Museo Regional de la vecina localidad de Tristán Suárez, Claudia Muscio, y el secretario de Educación, Turismo y Deportes de Ezeiza, Javier Fernández, se hicieron presentes en el lugar y, tras analizar los restos fósiles que se encontraban en el pozo constataron in situ que se correspondían a un tigre dientes de sable o smilodón.

Para poder sacar los fósiles del pozo, los especialistas realizaron un bochón que es una estructura compuesta por un solo bloque de sedimento que contiene los restos fósiles, recubierta con distintos materiales que permitan mantener cohesionado al conjunto y den protección a los fósiles,

Así, usando sogas y después de varias horas de trabajo, finalmente lograron retirar el enorme bloque de huesos que son parte del tórax, escápula, costillas y vértebras del animal extinto que pesaba aproximadamente unos 100 kilos 

Con un peso máximo de hasta 300 kilos, los tigres dientes de sable o smilodontes son felinos salvajes caracterizados por tener dos colmillos de gran tamaño- de ahí su denominación-, con los que atacaban a sus presas, que convivieron con los dinosaurios, hace cera de unos 12.00 años atrás, y que se extinguieron con la llegada del hombre al continente americano, donde era mucho más común ver a este gigantesco animal.