5 razones por las que vale la pena subirse a una mountain bike

En estos tiempos de pandemia la bicicleta ha ganado una popularidad nunca antes vista. Pero más allá de ser un excelente medio de transporte, también es ideal disfrutarla como un deporte. ¿Qué mejor manera de cuidar nuestra salud que arriba de una mountain bike? Si todavía no estás del todo convencido, te detallamos a continuación varias razones que te harán cambiar de opinión.

Corazón y pulmones más sanos: la salud es uno de los grandes estandartes en cualquier deporte. En el mountain bike los beneficios son muchos, pero uno de los grandes beneficiados es el sistema cardiovascular. Por ejemplo, se refuerzan las paredes venosas y arteriales, se aligera la circulación y se fortalece la musculatura del corazón.

Por su parte, el otro gran beneficiario es el sistema respiratorio. Por caso, si uno empieza a andar en mountain bike de forma regular como actividad física, en el primer mes mejorará la respuesta pulmonar en un 25 %.

Músculos más fuertes: a diferencia de otros deportes que trabaja con zonas específicas del cuerpo, en el mountain bike entra en juego la mayor parte del cuerpo: brazos, manos, hombros, zona abdominal, musculatura del cuello, espalda y obviamente todos los músculos de las piernas.

Reflejos felinos: no es una exageración, pero salir a rodar requiere de mucha concentración para estar atento y reaccionar a tiempo a los diferentes obstáculos que nos puede presentar el camino. A la larga nuestros reflejos serán más agudos y seremos capaces de leer la configuración del camino con mayor facilidad y rapidez.

Pura resistencia: con la práctica nuestro cuerpo sentirá menos el cansancio y podrá aguantar salidas cada vez más largas. Esto también se reflejará en el autoconocimiento necesario para afrontar cualquier prueba física, por más difícil que parezca.

Mejor persona: puede sonar un poco soberbio, pero salir a rodar en mountain bike con amigos realmente nos transformará para mejor, ya que adoptaremos valores positivos como el compañerismo, la paciencia, el esfuerzo, la constancia y la calma ante los problemas que se presenten. Sin dejar de lado la diversión y la felicidad.