No es casualidad que el Rally Dakar sea conocido como la más dura de las carreras, especialmente para los conductores de motos, que deben navegar el terreno en solitario.Los pilotos ganadores Sam Sunderland y Toby Price, quienes ya participaron en las dos ediciones anteriores de la competencia en Latinoamérica, compartieron la edición 2015 con la española Laia Sanz, que terminó novena en esa edición. Las otras categorías tienen la ventaja de compartir las decisiones y el trazado del caminocon los copilotos, pero los motociclistas tienen arreglárselas solos para, por ejemplo, que cambiar el mapa de ruta cuando aparecen accidentes inesperados en el terreno, mientras viajan de un punto a otro de la jornada diaria estipulada.
El piloto británico Sam Sunderland comentó al respecto: “Los organizadores mantienen en estricto secreto la ruta porque, en el pasado, los particpantes la recorrían con antelación. La primera semana siempre es dura y uno trata de no cometer grandes errores. En el Dakar 2015, gané la primera etapa; en la segunda, lideré la mayor parte del tiempo pero me perdí 50 km antes de la llegada y llegué dos horas tarde y extremadamente deshidratado. Fue muy decepcionante para mi”.
[gallery ids="56587,56589,56591,56593,56595,56605,56603,56597,56601,56599"]
Laia Sanz agregó otra dificultad: “Tenemos GPS pero sólo lo ves cuando llegas al siguiente punto de referencia. No te ayuda para navegar. Tienes que hacer todo por tí mismo. Sí es difícil al comienzo -concide con Sunderland- entender la velocidad que necesitas y leer el mapa de ruta a un mismo tiempo. En mi primer año, me perdí durante una hora y media buscando el punto de referencia. Ya sabemos que la mejor forma de aprender es cometiendo errores”.
Toby Price, campeón del 2016 en la especialidad, agrega: “Nuestro mayor desafío, cuando estamos corriendo a velocidades de 140/150 kph y quitamos los ojos del camino para mirar el cuaderno de travesía es que, durante ese tiempo, cubrís mucho terreno en una fracción de segundo. Dominarlo toma tiempo y práctica. A veces, me gustaría tener un copiloto porque estás por tu cuenta durante la mayor parte del rally. Si los frenos o algo funciona mal, desearías tener al alguien que pueda resolverlo o ayudarte al menos. O tener alguien con quien hablar sobre la elecciones que vas tomando, porque estás un poco aburrido ahí afuera. Puedo seguir muy bien a el camino en mi Australia natal pero aquí, en Perú, ¡no puedo navegar de regreso al hotel sin ayuda!”.
Fotos y entrevista: Gentileza Red Bull.
Comentarios