Una compuerta puede salvar a la laguna Indio Muerto

Un ensanche del arroyo Saladillo conforma Indio Muerto, una laguna que en realidad se conforma por tres espejos de agua. Hace pocos días atrás tenía una profundidad de un metro, pero las altas temperaturas y su rápido escurrimiento hicieron que este fin de semana cayera abruptamente a poco más de 15 cm. La falta de lluvias que se anuncian y no se cumplen, han llevado a un estado desesperante del predio que regentea el Club de Pesca Saladillo, ya que, al no poseer un retén, se va escurriendo y evaporando a razón de 300 mm por día. Vale recordar que el mencionado curso depende de la cuenca del Vallimanca. 

Otro de los factores que alteran notablemente la cota es la cantidad numerosa de canales clandestinos, y aunque algunos de ellos han sido taponados legalmente, fue como tapar el sol con un dedo. Una mediana solución sería la construcción de una compuerta, pero los recursos no están y no hay apoyo monetario de ninguno de los gobiernos, sean nacionales, provinciales o municipales. El costo rondaría entre los 20 a 30 millones de pesos en un valor calculado grosso modo. 

Pensando en opciones para cubrir ese gasto, la comisión directiva en reunión con los socios trató el tema de la venta de la especie carpa, pero ya no están. Eso hubiese redituado aproximadamente en $ 1.200.000 semanales según nos comentaba su presidente Jesús Delia. Según señalan desde el club, algunas otras entidades que manejan espejos ya lo hacen y lo venden a una empresa de Entre Ríos para su procesamiento para luego ser exportado a Rumania y Alemania. Hay una posibilidad a conversar y acordar, la cual una empresa local se encargaría de construir la compuerta y comenzar a pagarla dentro de seis meses con el producto de la repoblación de carpas y su posterior venta, especie que sabemos que rápidamente en donde haya agua aparecen y crecen de manera ya conocida por los pescadores. Esa sería una solución inmediata, siendo que a partir de abril ya las lluvias son más abundantes y consecutivas como para llenar las cubetas. Dicha compuerta sería armada entre el segundo y tercer espejo, para mantener en este último, el más grande, la mayor cantidad de agua. 

A fines del año pasado, el club tuvo hubo una reunión con el intendente, pero en aquel momento la inquietud era otra, la renovación de 25 quinchos chicos y la refacción de baños y vestuarios, en vistas de la temporada turística veraniega que se avecinaba. Pero la falta de lluvias hizo que el atractivo y las prioridades hoy sean otras. Si no hay agua, no hay peces ni pescadores y mucho menos turistas que puedan sostener los gastos que tiene el Club de Pesca Saladillo. Es de esperar que prontamente se vaya avanzando en lo prioritario y después la naturaleza hará el resto.