Termina la veda y vuelve la acción a La Brava de Balcarce

Pescar en La Brava es hacerlo en un entorno soñado. Una lengua de agua ubicada entre imponentes sierras y un verde campo, a metros de una transitada RN 226 que lleva de Mar del Plata a Balcarce pero que, a mitad de camino, tiene este ámbito que enamora. Todo suma a la hora de adentrarse en esos pocos metros que nos separan del asfalto y nos encontramos con la tranquera de acceso al Club de Pesca Balcarce. Buena arboleda, ideal para estos meses cálidos, alquiler de botes, muelles de embarque, parrillas, fogones, baños y constantes obras, ya que si algo caracteriza a esta entidad es el persistente trabajo de sus directivos. Como si fuera poco, los buenos servicios van de la mano con una ascendente pesca de pejerrey en los últimos tiempos, sin olvidar que es sede de importantes propuestas durante el año. 

Una de esas convocatorias será el próximo fin de semana, exactamente el domingo 1 de diciembre, día que marca el final de la veda del pejerrey, limitando la acción a sábados, domingos y feriados, sin la posibilidad de poder realizar ningún tipo de competencia. Ahora, sin ese condicionamiento, el club realizará una nueva edición del concurso de tercetos, una innovadora propuesta que sube a tres aficionados al bote y premia con importantes gratificaciones a la embarcación que entregue la bolsa con los tres ejemplares de mayor peso. Los pescadores deberán estar a las 8 de la mañana para iniciar la actividad, con una inscripción de $ 20.000 por caña, es decir, $ 60.000 el trío. El premio a las 3 piezas mayores es importante, ya que se llevan $ 1.200.000. Quienes completen el podio se llevarán $ 400.000 y $ 200.000 respectivamente. 

La laguna rindió todo el año, salvo cuando las heladas fueron fuertes y el pique mermó o, mejor dicho, se movió de la zona profunda al junco. Allí, en la cola de la laguna, mientras que en el resto del ámbito la actividad era escasa, los grandes pejerreyes tomaban carnadas y los aficionados salían con la cuota, quedando más de un pescador estupefacto por la situación. Hoy el flecha de plata pica en todo el espejo, especialmente con aparejos del tipo paternóster o chiripa, aunque siempre se puede dar a flote, con brazoladas muy largas o con líneas de 2 boyas que trabajen entre los 2 y 4 m, extensas y complicadas de manejar, salvo por cañófilos que usan cañas de 4.5 m y estén aptos a pescar con semejantes longitudes de línea. La mojarra viva es la carnada por excelencia, no descartemos el filet tanto de dientudo como de peje, ni la chance de los colorantes, siendo el amarillo muy rendidor. 

La cancha está preparada, el peje atraviesa un buen momento y La Brava espera al pescador que podrá elegir entre familiares o amigos y subirse a un bote buscando alguno de los cheques que el Club de Pesca preparó para los ganadores. 

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