La participación ciudadana es clave: cualquier persona que capture una raya marcada puede enviar los datos por Instagram, siempre manteniendo la etiqueta colocada para permitir el seguimiento. Foto: Weekend
La participación ciudadana es clave: cualquier persona que capture una raya marcada puede enviar los datos por Instagram, siempre manteniendo la etiqueta colocada para permitir el seguimiento. Foto: Weekend
Avanza el marcado de la raya gigante del Paraná
El proyecto, impulsado por investigadores de la UNL y el CONICET, busca obtener datos inéditos sobre la especie para fortalecer su conservación y se enmarca en una estrategia de ciencia ciudadana que involucra a pescadores y vecinos del río.
Por Jorge Virgilio
El Paraná sigue entregando historias únicas, y una de ellas tiene como protagonista a la imponente raya gigante, el pez de agua dulce más grande del mundo, capaz de superar los 220 kilos. A pesar de su tamaño y presencia en el río, su biología sigue siendo un misterio. Para empezar a develarlo, un equipo de investigadores de la UNL y el CONICET impulsa un proyecto de marcado que ya suma decenas de ejemplares identificados con etiquetas amarillas.
El trabajo se realiza codo a codo con pescadores deportivos y guías, quienes no solo conocen los sitios donde aparece la especie, sino que también colaboran colocando las marcas, midiendo los ejemplares y reportando fotos, videos y la ubicación de cada liberación. “Es una especie vulnerable y muy pescada; necesitamos información precisa para manejarla y conservarla”, explica el investigador Diego Martín Vázquez, responsable del proyecto, que cuenta con el apoyo de Save Our Seas Foundation y The Mohamed bin Zayed Species Conservation Fund.
La metodología se basa en la colocación de etiquetas amarillas numeradas que permiten registrar desplazamientos y crecimiento. “Lo hacemos en conjunto con pescadores deportivos y guías de pesca, quienes tienen mucho conocimiento sobre los hábitos de estos animales y los lugares que frecuentan”, detalló Vázquez. Por ello, la participación ciudadana es clave: cualquier persona que capture una raya marcada puede enviar los datos por Instagram a @rayasderio_argentina, siempre manteniendo la etiqueta colocada para permitir el seguimiento. Esta iniciativa se enmarca en una creciente agenda de ciencia ciudadana, donde el conocimiento de quienes viven el río se suma al trabajo científico para generar datos que antes no existían. Para los investigadores, esa alianza es fundamental: “Cuando los pescadores ven que su experiencia aporta al manejo de la especie, se transforman en aliados estratégicos”, señalan desde el equipo.
Con cada reporte, la raya gigante empieza a dejar de ser un enigma. Y el Paraná suma una nueva historia donde ciencia, comunidad y conservación avanzan juntas hacia un futuro más informado y sostenible.
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