Araos comunes fueron diezmados por el cambio climático en Alaska. Foto: Weekend

Araos comunes fueron diezmados por el cambio climático en Alaska. Foto: Weekend

Araos comunes fueron diezmados por el cambio climático en Alaska. Foto: Weekend

Araos comunes fueron diezmados por el cambio climático en Alaska. Foto: Weekend

CATASTROFE ECOLOGICA

Millones de aves murieron en Alaska por el calentamiento del mar

Se trata de la especie Arao común, de aspecto similar al pingüino, que se vio afectada por una ola de calor marina producida dos años atrás en la zona. Los científicos estiman que será muy difícil de recuperar las cantidades previas a la mortandad de este depredador natural.

Según informó CNN en Español, un estudio reveló que un récord de 4.000.000 de araos comunes, una especie de ave marina de cuerpo alargado y pico fino, murieron como resultado de una ola de calor marina producida dos años atrás en Alaska. Se trata de una colonia reducida que anida en la Isla Sur de las Islas Semidi y en 2021, una ola de calor marina mató aproximadamente a la mitad de la población de estas aves  lo que supone la mayor mortandad registrada de una sola especie en la historia moderna. La catastrófica pérdida apunta a cambios más amplios en los entornos marinos impulsados ​​por el calentamiento de las temperaturas oceánicas, que están reestructurando rápida y gravemente los ecosistemas e inhibiendo la capacidad de estos animales para prosperar.


Este evento climático es considerado la ola de calor marina más grande y más prolongada conocida, con temperaturas que aumentaron entre 4,5 a 5,4 grados Fahrenheit por encima de los niveles normales, tal lo afirmado por Brie Drummond, coautora del estudio que se publicó el 12 de diciembre en la revista Science. Los araos comunes, o Uria aalge, son conocidos por sus distintivas plumas blancas y negras, que se asemejan al aspecto de los pingüinos. Estos depredadores desempeñan un papel fundamental en la regulación del flujo de energía dentro de la red alimentaria marina en el hemisferio norte.
Si bien en el pasado estas aves han sufrido pequeñas mortandades como resultado de factores ambientales y de origen humano, normalmente se recuperan rápidamente cuando vuelven las condiciones favorables. Sin embargo, la magnitud y la velocidad de las pérdidas durante esa ola de calor fue particularmente alarmante para Drummond y su equipo. Los investigadores determinaron la escala de esta catastrófica pérdida de población mediante el seguimiento de descensos extremos de población en 13 colonias en el golfo de Alaska y el mar de Bering que han sido monitoreadas a largo plazo. Desde 2016 los científicos monitorean el ritmo al que los araos comunes mueren y se reproducen y no encontraron señales de que las colonias volvieran a su tamaño anterior.

Estudios y calentamiento global en Alaska

“La única razón por la que teníamos estos datos y pudimos detectar este (evento) fue porque teníamos estos conjuntos de datos y un seguimiento a largo plazo”, dijo Drummond, biólogo de vida silvestre del Refugio Nacional Marítimo de Vida Silvestre de Alaska. “(El seguimiento) es la única forma en que podremos seguir observando lo que sucede en el futuro”.


A medida que las temperaturas en Alaska aumentaron, el suministro de alimentos de los araos disminuyó y una de sus principales presas, el bacalao del Pacífico, se redujo en un 80 % entre 2013 y 2017, reveló el estudio. Con el colapso de esta fuente de alimento clave, alrededor de 4 millones de araos comunes murieron en la zona durante el período de 2014 a 2016. Antes del inicio de la ola de calor de 2014, la población de araos de Alaska representaba el 25 % de esta especie de ave marina  anivel mundial. Sin embargo, al comparar el período de siete años anterior a la ola de calor (2008 a 2014) con el lapso de siete años posterior (2016 a 2022), el estudio encontró que la población de araos en 13 colonias repartidas entre el golfo de Alaska y el mar de Bering disminuyó entre un 52 % y un 78 %.
Drummond y sus colegas continuaron monitoreando los araos desde 2016 hasta 2022, después del final de la ola de calor, pero no encontraron señales de recuperación en la especie. Si bien se necesitan más investigaciones para comprender completamente por qué los araos no se están recuperando, el equipo de Drummond cree que los cambios son impulsados ​​por fluctuaciones en el ecosistema marino, especialmente aquellos asociados con el suministro de alimentos.

Los desafíos reproductivos y las dificultades de reubicación también pueden contribuir a la falta de rehabilitación de la especie, según el Dr. Falk Huettmann, profesor asociado de ecología de la vida silvestre en la Universidad de Alaska. A diferencia de otras especies, las aves marinas tardan más tiempo en reproducirse, lo que hace que la repoblación sea un proceso más lento, dijo Huettmann. Además, Huettmann señaló que los araos están ligados a las colonias en las que residen y, como se ven obligados a reubicarse, puede ser más difícil adaptarse a las nuevas condiciones.

Fuente: CNN en Español.

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