Es casi imposible que a un pescador bonaerense no le nombremos a la tararira y no se le pase por la cabeza un espejo emblemático como Kakel Huincul, ese otrora reino de la tarucha que se encuentra en partido de Maipú, con entrada por el Km 264 de Ruta 2 mano a Buenos Aires, que en este cierre de año está, lentamente, reverdeciendo laureles. Tras años duros en los que no faltó, pero sí se notó una disminución en su presencia, hoy se va recuperando paulatinamente y los aficionados que se acercan a pescar disfrutan de las capturas. Algunos más, otros menos, pero la mayoría tiene sus piques, con muchas chicas pero también cada vez se van viendo las medianas y los grandes ejemplares que todos buscan.
El esplendor del espejo fue hace muchos años, en tiempos del Hippie Santilli, antiguo concesionario de este lugar, tristemente fallecido. Allí se ganó el mote y se convirtió en un imán de los que gustan de los artificiales. Hoy, como en los viejos tiempos, las posibilidades de pescarlas son múltiples, yendo de la clásica pesca con boyones a la boya plop, pasando por el spinning, el bait y el fly cast.
En San Pedro, la vuelta de las tarariras
Interesante propuesta
En ese contexto, con alegría recibimos la información a través de nuestro compañero Gustavo Frontoni que están organizando un encuentro para el domingo 5 de enero, una propuesta piscatoria que será a la tararira de mayor largo y tendrá dos categorías, una para menores de hasta 12 años, con una inscripción gratuita y una pesca exclusivamente desde el muelle, y otra para mayores, a partir de 13 años, quienes pueden competir con capturas de las modalidades al vadeo, costa o embarcados. La inscripción será de $ 10.000 y el 70 % de lo recaudado en inscripciones se reparte en premios para la general, mientras que los chicos tendrán una caña y un reel de premio.
Tarariras: el juego de los colores
El predio siempre es una atracción, con dormís, sector de acampe y mucha sombra, algo ideal para esa fecha, además de una parrilla que se puede disfrutar en el camping, aunque anuncian que habrá servicio de cantina. Propuesta imperdible para abrir el año pescando, llevando a los más chicos a disfrutar en un ámbito que promete volver a ser el que enamoró a más de uno en la década del 90´ con esas tarariras gigantes y esos lomo negro que, en el invierno, eran el imán de los fanáticos de ver correr las boyas.
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