Santa Fe y Entre Ríos ya trabajan en el cuidado del recurso en el Río Paraná

El río Paraná atraviesa uno de los períodos más sensibles de su historia reciente. Lo que durante años fue una advertencia de especialistas hoy se traduce en datos contundentes: desde la histórica bajante de 2020, los niveles hidrométricos no lograron recuperarse y los indicadores biológicos revelan un sistema en permanente estrés. Según los últimos informes del Proyecto de Evaluación Biológica y Pesquera, apenas seis de cada cien sábalos alcanzan la talla reproductiva, mientras que el Servicio Meteorológico Nacional anticipa un trimestre con lluvias por debajo de lo normal, prolongando el escenario de vulnerabilidad. Frente a este panorama, los gobiernos de Santa Fe y Entre Ríos dieron un paso inédito hacia la gestión conjunta del recurso. Ambas provincias difundieron resoluciones complementarias para ordenar la pesca, igualar criterios y establecer una estrategia común que priorice la sustentabilidad, la conservación de la fauna y la continuidad laboral de los pescadores artesanales.

Un acuerdo necesario 

La situación del Paraná exige criterios coordinados entre jurisdicciones: reducción del esfuerzo pesquero, controles más estrictos y reglas claras que eviten asimetrías que terminan debilitando cualquier medida aislada. Por eso, la articulación interprovincial se consolidó como un objetivo urgente y compartido. El nuevo marco común no sólo unifica criterios, sino que inaugura un proceso de seguimiento permanente: a partir de ahora, las áreas técnicas de ambas provincias evaluarán trimestralmente la evolución del recurso y coordinarán los ajustes necesarios para sostener un modelo de uso equilibrado, acorde a las necesidades ambientales y socioeconómicas del Litoral. Este avance marca un punto de inflexión en la gestión del Paraná y sienta las bases para políticas de conservación más sólidas en el futuro inmediato.

Las restricciones definidas por Entre Ríos

En el marco del acuerdo, la Dirección de Recursos Naturales y Fiscalización de Entre Ríos confirmó una serie de medidas clave que buscan reducir la presión extractiva: Cupo máximo de extracción: 600 toneladas para sábalo y especies de “pescado de línea”, vigente hasta el 31 de diciembre de este año. Freno a la actividad comercial los fines de semana: prohibición de pesca comercial y acopio sábados, domingos y lunes, además de feriados nacionales y provinciales. Para la pesca deportiva, el permiso es exclusivamente con devolución inmediata de todas las piezas capturadas. Veda comercial: desde el 20 de diciembre de 2025 al 20 de enero de 2026. Además, hay protección de especies sensibles, con veda comercial del dorado, según la Ley 11.174 y prohibición total de pesca de surubí entre el 15 de agosto y el 15 de marzo de cada año. En tanto, la asignación de los cupos de extracción quedará a cargo de la autoridad provincial, que evaluará cada caso según las características de los solicitantes y el equilibrio general del recurso.

Una política compartida para el futuro del Paraná

El trabajo conjunto entre Santa Fe y Entre Ríos representa un avance significativo hacia un modelo de gestión moderna, basado en evidencias científicas y en el monitoreo permanente del ecosistema. La articulación normativa, inédita en la región, busca ordenar la actividad, dar previsibilidad a los pescadores y evitar el deterioro de una de las cuencas más biodiversas e importantes del país. En un contexto ambiental complejo, este acuerdo abre una nueva etapa: la de las políticas coordinadas para resguardar un recurso vital y garantizar una pesca sostenible en el corazón del Litoral argentino.

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