La carnada que marcó la diferencia fue el maíz, que se impuso claramente y permitió sostener un ritmo de pesca constante durante buena parte de la creciente. Foto: Gabriel López Rivera
La carnada que marcó la diferencia fue el maíz, que se impuso claramente y permitió sostener un ritmo de pesca constante durante buena parte de la creciente. Foto: Gabriel López Rivera
La carnada que marcó la diferencia fue el maíz, que se impuso claramente y permitió sostener un ritmo de pesca constante durante buena parte de la creciente. Foto: Gabriel López Rivera
La carnada que marcó la diferencia fue el maíz, que se impuso claramente y permitió sostener un ritmo de pesca constante durante buena parte de la creciente. Foto: Gabriel López Rivera
La carnada que marcó la diferencia fue el maíz, que se impuso claramente y permitió sostener un ritmo de pesca constante durante buena parte de la creciente. Foto: Gabriel López Rivera
La carnada que marcó la diferencia fue el maíz, que se impuso claramente y permitió sostener un ritmo de pesca constante durante buena parte de la creciente. Foto: Gabriel López Rivera
La carnada que marcó la diferencia fue el maíz, que se impuso claramente y permitió sostener un ritmo de pesca constante durante buena parte de la creciente. Foto: Gabriel López Rivera
Festival de bogas en los malecones de Berisso
La dama del río está muy activa y es la atracción de estos tiempos en el estuario rioplatense. Claves para dar con ellas. Por: Gabriel López Rivera.
Después de varios fines de semana marcados por el mal tiempo, por fin se abrió una ventana ideal para la pesca. El 13 de diciembre, con pronóstico de temperaturas elevadas cercanas a los 32 °C, decidimos aprovechar el momento y visitar uno de los pesqueros más rendidores del Río de la Plata: los malecones de Berisso. La salida contó con el apoyo de los guías de Tobi Pesca, Fabián Calderón y Sebastián Ronin, quienes venían registrando excelentes resultados con las damas del río. Con esos antecedentes, las expectativas eran altas.
Rumbo al pique
La cita fue a las 8 de la mañana en Marinas del Sur, desde donde embarcamos en la Tobi 2, lancha pilotada por Fabián. Con la bajante en sus últimas horas, pusimos proa hacia los malecones sur, uno de los sectores clásicos para tentar bogas cuando el agua corre. Felizmente, ellas no tardaron en aparecer. Apenas los plomos tocaron fondo, los piques fueron inmediatos. En pocos minutos ya estábamos disfrutando de varias bogas, muy activas y combativas, que se mostraron especialmente interesadas por la masa preparada con esencia de vainilla.
Cambio de escenario, mismo resultado
Con el correr de las horas el pique se planchó un poco, algo típico al cambiar la condición del río. Con la llegada de la creciente, Fabián decidió movernos hacia los malecones norte, una lectura clave de la jornada. Allí el río volvió a responder con fuerza: muchas capturas, buenos tamaños e incluso dobletes en una misma línea. En este sector, la carnada que marcó la diferencia fue el maíz, que se impuso claramente y permitió sostener un ritmo de pesca constante durante buena parte de la creciente. La boga, con su potencia característica, volvió a demostrar por qué es una de las especies más entretenidas para pescar con equipos livianos.
Casi sobre el cierre de la jornada, regresamos al primer punto relevado. Tal como había anticipado el guía, allí se dieron las bogas de mayor porte del día, poniendo un broche de oro a una salida realmente completa en un escenario que nos da distintas opciones. Por radio nos llegaban novedades desde la otra embarcación que estaba guiada por Sebastián Ronin, quien daba con muy buenas capturas de dorados con señuelos, una alternativa que hoy por hoy se suma como oferta fuerte en Berisso y que confirma el gran momento del pesquero.
Si pensamos en visitar los malecones, para este tipo de pesca, lo ideal es apuntar a la sensibilidad y el disfrute, con cañas de 10 a 15 libras (1 lb=453,5 g). Reeles frontales o rotativos chicos tipo “huevito” y aparejos de dos anzuelos bogueros Nº 2 rematados con plomos 60 g del tipo palito, que se engancha menos entre piedras. La masa rinde bien como cebo, mejor si está bien trabajada, con esencias dulces como vainilla, con opciones infaltables como el maíz o el salamín.
El verano ya se asoma y la pesca atraviesa un momento inmejorable. Bogas firmes, dorados activos y condiciones que invitan a estar en el agua. Berisso vuelve a decir presente y promete ser uno de los grandes protagonistas de la temporada.
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